Más despiertos y exitosos
La calidad del descanso nocturno está directamente relacionada con el desempeño escolar y social infantil: dales a tus pequeños más buenas noches y mejores oportunidades de triunfar.
Suele pasarse por alto, pero la privación del sueño es causa frecuente de diversos problemas de desarrollo y conducta en niños y adolescentes, advierte en su sitio web Clínica Mayo, referente internacional de investigación médica.
Un error común entre los padres que desean dar todas las ventajas académicas a sus retoños es saturar su agenda diaria, con largas horas de estudio y actividades extracurriculares que en lugar de hacerlos aprender mejor y más rápido, los llevan al límite e interfieren con su calidad de sueño. Conviene dejar claro que el descanso no es tiempo desperdiciado, al contrario: es una función biológica crucial para que el cuerpo -incluyendo el cerebro- repose, se regenere y siga creciendo y desarrollándose de forma óptima.
Atención a las señales
Los síntomas de privación de sueño en menores de edad abarcan la reducción en su periodo de atención, así como en su habilidad de aprender y razonar; aparecen signos de deficiencia en su memoria, como que olviden tareas cotidianas.
Pueden mostrar incluso indicios de depresión o ansiedad; bajo desempeño en sus clases, incluso ausentismo; comportamiento agresivo e irritable, con berrinches frecuentes y una actitud demasiado emocional.
Notarás que es más difícil cada día hacer que concilien el sueño y sacarlos de la cama por las mañanas; se vuelven rebeldes y desafiantes, propensos a accidentes; curiosamente, aumentan sus antojos de alimentos dulces -o comida en general-.
Cabe precisar que también es común el confundir este tipo de señales con otros desórdenes mentales y conductuales más severos, por lo que lo más recomendable es acudir con tu médico pediatra de confianza y llevar a la mano toda la información pertinente para brindársela durante la consulta.