Cuida tu piel y tu cabello
Las vacaciones en la playa son lo mejor de esta temporada, por ello hay que saber cómo cuidarse de los peligrosos rayos del Sol sin dejar de lado al cuero cabelludo.
Pasar tiempo al aire libre es una gran manera de obtener vitamina D, reducir el estrés y estar físicamente activo, además de que ayuda a conseguir el tono perfecto de bronceado, sin embargo, es bien sabido que las largas exposiciones a la radiación solar puede causar daños a las células de la piel.
Los rayos ultravioleta que provienen del astro rey están presentes durante todos los días del año, sin importar el clima o los días nublados; los llamados UVA representan el 95% del total que llegan hasta la superficie de la tierra y pueden provocar grandes problemas.
En su página web La Roche-Posay, marca francesa de dermocosmética reconocida por su colaboración con dermatólogos, explica la importancia de la protección de la piel y el cabello durante los días soleados.
A flor de piel
Los rayos UVA tienen la capacidad de alterar las células y provocar algunos cambios como fotoenvejecimiento, alergias al Sol, trastornos de pigmentación y otros padecimientos que si no se tratan, pueden llevar al desarrollo de cáncer de piel.
Por esta razón es importante utilizar crema con un factor de protección adecuado todos los días, sobre todo quienes suelen presentar afecciones como erupciones, inflamación o sequedad, y evitar las exposiciones prolongadas a la luz solar directa.
Échale cabeza
Si bien no puede broncearse, el cabello sí resiente la exposición al Sol: el cuero cabelludo, al igual que el resto de la piel, puede sufrir enrojecimiento, ardor, sensación de calor o quemazón, incluso hinchazón y ampollas llenas de líquido.
Usar sombreros, gorras o bandanas ofrece protección adecuada, aunque también existen algunos aerosoles capilares que combaten los rayos UVA y UVB; hay que reaplicar después de cada chapuzón, para un mejor efecto.
Ya en casa
Después de un largo día al aire libre, hay que darle a la dermis algunas muestras de cariño, como un baño con agua fría y el uso de productos 'after sun' que calmen las molestias e hidraten la piel.
En el caso del cabello, hay que buscar productos que ayuden a reparar los daños, como un shampoo rehidratante; si el daño es extremo, las quemaduras solares pueden causar heridas que se infectan fácilmente, por lo que la recomendación es acudir con el médico dermatólogo.