Sueño y embarazo
Durante la dulce espera, mereces también sueños dulces y el mejor de los descansos que los expertos en el buen dormir puedan brindarte.
Ante la montaña rusa hormonal que atraviesa una mujer durante el embarazo, es natural que la calidad del sueño se vea afectada; cada trimestre trae consigo una serie de cambios, afirma en su sitio web Cleveland Clinic, centro médico académico de Estados Unidos.
Entre las razones más comunes por las que el descanso nocturno se ve afectado está la frecuente sensación de vejiga llena, por lo que debes levantarte más seguido de la cama; por supuesto, incomodidad general por el aumento de volumen y peso en la zona del abdomen. Otras molestias físicas incluyen acidez, náusea, calambres en las piernas y congestión nasal; además de lo físico, muchos cambios emocionales están ocurriendo en tu vida y es normal que te quiten el sueño.
A consecuencia del mal dormir, es probable que durante el día resientas esa perturbación y te sientas somnolienta cuando deberías estar alerta, lo cual también es efecto secundario de los elevados niveles de progesterona.
Si el desvelo se volvió severo, es momento de pedir ayuda: no dudes en consultar con tu médico de confianza para que juntos encuentren la solución que mejor te funcione y de paso, vale la pena probar estar alternativas.
Almohadas
El solo acto de colocar una pieza convencional entre las piernas servirá de apoyo para la espalda baja y facilitará el dormir de lado, sin embargo, también hay unos diseños muy fabulosos -generalmente, en forma de cuña- que brindan el soporte perfecto al abdomen y la espalda.
Nutrición
Beber un vaso de leche tibia antes de ir a la cama puede ayudar a conciliar el sueño, al igual que alimentos ricos en carbohidratos como el pan o las galletas, debido a que elevan los niveles de triptófano (aminoácido de efecto somnífero); de paso, un bocadillo alto en proteínas -mantequilla de cacahuate o queso bajo en grasa- previene pesadillas, dolor de cabeza y bochornos.
Relajación
Existen diversas técnicas con las cuales puedes relajar tu mente y músculos, preparándote para una buena noche: yoga, masaje y ejercicios de respiración son algunas alternativas para lograr este objetivo.