¡PERO QUÉ ARRUGADO!

Si sostuvieras un cerebro en tus manos, notarías que está muy “arrugado”, como si lo hubieran metido a la cabeza al aventón, pero eso tiene un porqué: en comparación con una superficie lisa, de este modo la corteza cerebral (responsable de funciones cerebrales superimportantes como pensar, analizar, planear y decidir) tiene una mayor superficie donde acumular neuronas para hacer todo lo que hace.

En la corteza motora del cerebro (en rojo), las neuronas de cada circunvalación mueven cierta parte del cuerpo, como la lengua, el pulgar o la rodilla; y las de la corteza sensorial (en verde) reciben información también de cierta parte del cuerpo, como los ojos, el pie o un pulgar.