HOGAR, DULCE HOGAR

El territorio que ocupan los quokkas en Australia es muy pequeño, con una variedad de hábitats:

matorrales semiáridos, bosques, humedales, sitios cercanos a la costa y hasta jardines cultivados por humanos y campos de golf.

Los quokkas de las islas Rottnest y Bald tienen la ventaja de que allí no viven depredadores como zorros rojos o gatos domésticos.

Cada quokka mantiene un territorio de entre 10 y 170 km2. Los territorios de los machos no se intersectan –cada uno tiene el suyo– pero sí con el de una o varias hembras. Y aunque los territorios son defendidos por los machos dominantes, no parece haber grandes peleas por su pedacito de mundo; sí llegan a darse por los mejores arbustos para dormir (los que tienen sombra), a los cuales regresan cada día.

Los territorios de las hembras se intersectan poco en la isla Rottnest, al contrario que en los bosques del sur de Australia continental, donde no es raro ver pequeños grupos de quokkas hembras

con crías en albergues diurnos compartidos.