De todo tipo
Se usan en toda clase de ámbitos y actividades; este breve listado nos da una idea de lo indispensables que resultan para la realización de múltiples tareas cotidianas: Algunas tienen las puntas finas y se usan para cortar las uñas y el manicure en general; otras rematan en extremos redondeados que impiden lastimar las paredes de la nariz, por ejemplo, o la delicada piel de un bebé. Se utilizan para podar toda clase de plantas; sus diseños se adaptan a la realización de tareas tan específicas como la vendimia o recolección y cosecha de la uva. Algunas presentan bordes en zigzag que impiden los deshilachados, otras de puntas finas permiten descoser y cortar los hilos del bordado; también las hay con afiladas hojas que recorren largos metros de tela. Tienen diferentes formas para trabajos muy específicos, como cortar músculos, piel, puntos de sutura e incluso cordones umbilicales. En la actualidad los estilistas usan de varios tipos: tijeras de corte –con bordes lisos–, tijeras de esculpir –con uno liso y uno dentado– y tijeras de entresacar –con dos bordes dentados–. Pueden ser de escritorio o escolares –con puntas redondeadas para evitar accidentes–. Además de éstas existen también las que se emplean en otras labores específicas como la gastronomía o las reparaciones eléctricas, tareas en las que se requiere precisión, fuerza y resistencia.
Uso generalizado
Pronto se convirtieron en instrumentos de uso diario: se volvieron indispensables no sólo en el terreno del ganado, para la esquila, sino en cualquier taller de costura o confección de prendas. Su uso en el ámbito doméstico data del siglo XVI, aunque la producción en masa, que dio a conocer las cualidades de esta herramienta, comenzó a partir de 1761 cuando el inglés Robert Hinchliffe empezó a fabricarlas de acero.
Corte y confección
Desde la Edad Media, la zona de Sheffield en Inglaterra se dio a conocer por el manejo del metal y la elaboración de cubertería, por lo que durante el siglo XIX, congruente con esa tradición, se forjaron a mano tijeras de elaborados diseños. Las mujeres tenían la oportunidad de mostrar sus ornamentadas tijeras en los círculos de costura, que se organizaban como reuniones sociales y oportunidades para compartir técnicas y patrones textiles. Hacia 1830 los artesanos de la región fabricaban tijeras para usos específicos, como el bordado o la perforación de ojales; también se confeccionaron tijeras de bordes dentados para cortar tela e impedir que se deshilachara.
Zurdas
Ya que las tijeras no son exactamente simétricas, pues una de las cuchillas se encima sobre la otra, estos instrumentos no pueden ser utilizados con ambas manos. Intentar usar una tijera de diestro con la mano izquierda puede resultar una tarea difícil y desalentadora; es por eso que se inventaron las tijeras para zurdos; en ellas las cuchillas se acomodan de manera más natural al movimiento de la mano izquierda. Si anteriormente los niños zurdos debían ‘adiestrarse’ lo mejor posible en el uso de las tijeras con la mano derecha, en la actualidad cuentan con instrumentos mejor adaptados a sus necesidades.