Tres veces sobreviviente
La historia de Violet Jessop sigue fascinando al mundo. En 1910 esta argentina de origen irlandés empezó a laborar como mucama en la compañía White Star Line, sin imaginar lo que le tenía preparado el destino a bordo de los tres trasatlánticos de la clase Olympic. En 1911 el Olympic, el primero de la serie, chocó contra el buque de guerra británico HMS Hawke. Violet salió ilesa como todos los tripulantes de las dos embarcaciones. Al año siguiente sorprendentemente sobrevivió al hundimiento del RMS Titanic, y cuatro años después al del HMHS Britannic, donde colaboraba como enfermera. En este último fue uno de los tripulantes que, llenos de pánico, se lanzaron en dos botes salvavidas sin esperar la orden del capitán Charles Bartlett. Treinta personas fueron succionadas por las hélices del barco; por suerte Violet cayó del bote antes de que esto ocurriera y pudo ser rescatada. Murió en 1971 a los 83 años de edad.
submarinas para averiguarlo. Pero hay teorías de conspiración, las cuales afirman que un espía puso la bomba en las calderas o que el barco llevaba cargamento militar. Ninguna versión ha sido comprobada.
Con el paso del tiempo, el accidente del Britannic quedó en el olvido, hasta que en diciembre de 1975 el oceanógrafo francés Jacques Cousteau localizó el trasatlántico a 12 kilómetros de donde había dicho el Almirantazgo Británico y a 130 metros de profundidad, recostado sobre el estribor. El buque lucía casi igual que el día en que se hundió, según cuenta el historiador Eric Sauder. Fue entonces cuando se empezó a hablar otra vez acerca del navío, y otras personas se interesaron en explorarlo, entre ellas el estadounidense Robert Ballard, quien en 1985 encontrara los restos del Titanic a bordo del submarino Alvin.
La tragedia de los buques de la clase Olympic no terminó con el HMHS Britannic, que a la fecha sigue siendo el mayor trasatlántico hundido. El Olympic, el primero de la serie, el cual navegó durante 25 años, tampoco se salvó de lo que se definió como una maldición. En mayo de 1934 chocó contra el buque faro Nantucket, en Estados Unidos, debido a la neblina, y como consecuencia murieron siete integrantes de la tripulación. En 1935 realizó su último viaje a Nueva York. Al poco tiempo John Jervis, un miembro del Parlamento británico, compró el navío pagando medio millón de dólares, pero debido a la crisis económica terminó vendiéndolo como chatarra a una compañía escocesa.