Sueño dorado

En las mentes de los conquistadores el oro ejercía una influencia determinante; el sueño por alcanzarlo era un móvil capaz de transportarlos a regiones salvajes y temibles, como el Amazonas. Lope de Aguirre –un conquistador del siglo XVI conocido como El Loco, El Tirano e incluso El Traidor, por su mala relación con la Corona– partió de Perú en una expedición en busca de un lugar mítico: El Dorado. La idea era alcanzar aquella ciudad construida en una isla en el centro de un lago que supuestamente contenía un inagotable yacimiento de oro que diariamente se incrementaba. Con el pretexto de llegar a ese lugar maravilloso –ubicado en dirección a la desembocadura del Amazonas– se cometieron múltiples atrocidades y asesinatos, e incluso los conquistadores mismos fueron víctimas de la voracidad de la jungla, sus habitantes, la enfermedad y el hambre. Aguirre, al igual que muchos otros que lo intentaron, jamás logró llegar a El Dorado, por lo que el sitio y sus riquezas inagotables se convirtieron en sinónimo de tesoro inalcanzable.

Quilate: solo o acompañado

Por lo general, las piezas de oro no están formadas en su totalidad por este metal, sino que se emplean aleaciones, que aunque disminuyen su pureza, aumentan su resistencia y ofrecen variaciones de color. Una manera de medir el porcentaje del metal que corresponde al oro dentro de

una pieza es la unidad llamada quilate: 24 quilates es el mayor grado de pureza del oro, lo que implica que alrededor del mundo los lingotes de esta denominación constan esencialmente de oro puro en 99.95%. Esta palabra proviene del vocablo árabe qirát y éste griego kerátion, que denomina el peso de cuatro granos.

Caído del cielo

Una de las características que hacen del oro un elemento valioso es su escasez: es limitado en la Tierra así como en el universo en su conjunto. Los astrónomos han descubierto que una galaxia enana llamada Reticulum II contiene una gran cantidad de metales pesados, entre ellos el preciado oro. Lo que dio origen a estos elementos fue la fusión de dos estrellas de neutrones, las más densas que existen, al interior de galaxias como Reticulum II. Posteriormente el oro formó parte de otras estrellas nuevas y asteroides, y así fue como llegó a nuestro planeta; por lo tanto, todo el oro que se encuentra disponible sobre la corteza terrestre proviene de fuera; ha caído del cielo mediante impactos de asteroides.

Postres que valen oro

Existe una compañía de alimentos que ha hecho realidad uno de los sueños, aparentemente imposible, de los fanáticos de este metal: se trata de finas láminas de oro comestibles que decoran los postres más suculentos y lujosos. Su pureza, cercana a los 24 kilates, le permite ser tan suave y delgado que puede ser introducido en el organismo sin causar ningún problema ni molestia digestiva, para posteriormente –en un lapso de 24 horas– ser completamente desechado. No obstante, la compañía recuerda a sus consumidores que el oro es únicamente decorativo, por lo que debe consumirse en pequeñas cantidades, pues no se trata de saciar el hambre con él.