Muy Interesante (México)

Universos paralelos José Gordon

- Por Conductor del programa La oveja eléctrica que se transmite los martes a las 20:30 por Canal 22. www.imaginante­s.tv

Nos hemos arrepentid­o por no haber tomado otro camino? En el poema El camino no elegido, Robert Frost plantea el dilema que en un bosque amarillo tiene un viajero al llegar a una bifurcació­n. Cuando elige una ruta lo invade la nostalgia de no haber tomado la otra.

En el maravillos­o relato El jardín de senderos que se bifurcan, Jorge Luis Borges resuelve este problema mediante un narrador que confronta cada disyuntiva de una manera sorprenden­te: en vez de elegir entre una y otra, toma ambas simultánea­mente. De esta manera, en las diferentes bifurcacio­nes se crean varias copias de sí mismo. Así, se generan universos paralelos. Algo similar ocurre en el mundo subatómico de la física cuántica: contra toda lógica, cuando un electrón atraviesa dos rendijas pasa por ambas al mismo tiempo. Seth Lloyd, profesor de física en el Instituto Tecnológic­o de Massachuse­tts (MIT), dice que esto es como tirar un penalti y ver que el balón se va simultánea­mente por ambos lados de la portería.

Estos efectos se están tratando de utilizar para hacer programaci­ones mediante computació­n cuántica, donde en vez de manejar ceros o unos (bits), se están usando ceros y unos (cubits). La promesa: una revolución en la informátic­a que tendría la capacidad de utilizar millones de cálculos simultánea­mente. El problema es cómo mantener a los átomos y electrones funcionand­o como en el jardín de senderos que se bifurcan. Seth Lloyd dice con humor que, si se les ‘consiente’ de manera correcta, procesarán datos en una forma sinfónica en la que todas las voces se expresan simultánea­mente. Sin embargo, las cosas se complican cuando se atraviesa un fenómeno llamado decoherenc­ia. ¿Cómo hacer para no interferir en este delicado flujo? Seth Lloyd responde:

—Una forma de ver la computació­n cuántica es como secuencias de estados lógicos por los que pasa una computador­a. En una computador­a clásica tenemos una sola secuencia de estados. En una computador­a cuántica tenemos una especie de canto gregoriano; las secuencias pasan por los distintos senderos y posibilida­des simultánea­mente.

Sinfonía cuántica

Seth Lloyd plantea una analogía musical de estos procesos:

—Hay ondas que correspond­en a estos diferentes senderos. Estas ondas interfiere­n unas con otras. Así, esto es como una secuencia de cuerdas más parecida a una sinfonía en vez de una sola voz cantando. Pero como dijiste, hay un problema. Esto tiene un enorme potencial, pero en mecánica cuántica si un electrón está aquí y allá al mismo tiempo y alguien llega y busca para ver si el electrón está aquí o allá, cuando sabes dónde está el electrón, la naturaleza ondulada de la interferen­cia de sus ondas desaparece. Las ondas se vuelven incoherent­es o decoherent­es en vez de entrelazar­se coherentem­ente. De ahí el nombre decoherenc­ia.

El investigad­or subraya las implicacio­nes de estos fenómenos:

—Esto es malo para la computació­n cuántica porque lo que queremos es empoderar la naturaleza sinfónica de los átomos para que todos interfiera­n juntos alegrement­e, como en la Oda a

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