Salamandras mexicanas
Después de varias décadas, investigadores de México, España y Estados Unidos completaron su estudio sobre unas pequeñas salamandras descubiertas en la Sierra Madre del estado de Oaxaca. Los científicos determinaron que pertenecen a tres nuevas especies del género las cuales son más pequeñas que un cerillo y consideradas ahora los tetrápodos de cola más pequeños.
En los últimos 30 a 35 años los ejemplares de este género, antes muy abundantes, han disminuido y en la actualidad raramente se encuentran en la naturaleza. Las nuevas especies descubiertas fueron nombradas y
Para clasificarlas, los investigadores usaron análisis moleculares, secuenciación de ADN, tomografías computarizadas de rayos X y análisis estadísticos de su anatomía interna y externa.
El género fue descubierto por primera vez en el siglo XIX y se creía que sólo había una especie; sin embargo, entre 1940 y 1960 se conocieron otras nueve más, y ahora con las tres especies identificadas suman en total 29 especies. En la zona donde fueron encontradas únicamente se había reportado la presencia de la especie
Las nuevas especies se distinguen de ella porque son un poco más grandes y sus fosas nasales son elípticas en lugar de ovales, además y tienen una cola más larga.
También es posible diferenciarlas por su morfología externa, su osteología (huesos), sus caracteres de proteínas y las diferencias en sus secuencias de ADN.
Para desgastar la mezclilla se usa un proceso denominado “stone washing” o lavado con piedra pómez. De él se obtiene un lodo de fibras de algodón cargadas con reactivos como óxido de silicio. El profesor e investigador Adrián Bonilla Petriciolet, del Instituto Tecnológico de Aguascalientes, utilizó este residuo para remover materiales pesados del agua como plomo, cadmio, níquel, zinc y cobre. Posteriormente probó cargar el residuo con metales y lo usó para remover arsénico del agua, obteniendo buenos resultados. En ambos casos el científico trató el residuo con carbón activado para que el material no generara microorganismos al entrar en contacto con el agua. El profesor y su equipo consideran que este material puede ser usado en la elaboración de filtros y posteriormente comercializarse.