Monedas virtuales
Aunque bitcoin es sin duda la que ha ganado mayor auge en los últimos años, existen en el mercado otras criptomonedas que también sirven para hacer compras por Internet, pagar servicios y realizar transferencias entre pares. Aquí algunos ejemplos de ellas:
e-gold: Es una moneda digital privada. Fue concebida en 1996 por Douglas Jackson y Barry K. Downey para facilitar la transferencia de oro entre los miembros de su sitio web. En 2006 se vio involucrada en actividades ilegales y en 2007 el gobierno de Estados Unidos ordenó bloquear varias cuentas. Cuando se ingresa dinero a la cuenta, lo que en realidad se hace es comprar unos gramos de oro, y de la cotización de éste es que depende su valor.
LEOcoin: Con ella se pueden hacer transacciones a través de una red descentralizada, es decir, sin la necesidad de gastos bancarios o de transferencia. Fue creada en junio de 2014 y conceptualizada por la compañía de entrenamiento de habilidades empresariales Learning Enterprises Organisation Ltd, en Reino Unido. Se espera que en 100 años el número máximo de leocoins llegue a 1 billón.
Litecoin: La cadena de bloques de esta moneda puede administrar un mayor número de bloques que bitcoin y con ello logra más confirmaciones y de manera más rápida. Los mineros reciben 25 monedas por bloque. Está programada para que el número final de monedas sea de 84 millones. Fue creada en octubre de 2011.
Peercoin: Las monedas se almacenan a través de una aplicación que sirve como cartera. Está diseñada para que a largo plazo la utilización de energía para mantener la red sea insignificante. Además, cuando se almacenan las monedas se obtiene una ganancia de 1% anual. Fue puesta en funcionamiento en agosto de 2012.
QuarkCoin: Esta criptomoneda está protegida por seis algoritmos de encriptación y su velocidad de transacción es muy alta; las transferencias se hacen en 30 segundos. Fue lanzada en julio de 2013.