Adaptación metabólica
Las ratas topo desnudas ( Heterocephalusglaber) habitan bajo tierra en colonias de cientos de individuos. En ese espacio la falta de oxígeno es frecuente, así que el truco para no morir asfixiadas es entrar en un estado de animación suspendida: ellas reducen sus movimientos al máximo, así como su pulso y respiración. De esta manera pueden sobrevivir por horas a niveles de oxígeno que matarían en minutos a un ser humano.
Lo anterior fue descubierto por científicos del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular de Berlín, Alemania. Al detectar poco aire, el metabolismo de H.glaber es capaz de cambiar de un sistema basado en glucosa –que requiere oxígeno– a quemar sólo fructosa para generar energía, algo común en plantas. Esto en mamíferos únicamente es posible con tejidos como el riñón y el hígado, donde están presentes la molécula GLUT5 y la enzima KHK, necesarias para metabolizar este monosacárido. GLUT5 lo transporta, mientras NHK lo convierte en energía. Los investigadores encontraron que ambas sustancias se hallan en todo el cuerpo del roedor.
“La rata topo desnuda reorganizó algunos de sus bloques básicos de construcción metabólica para hacerse supertolerante a las condiciones de poco oxígeno”, explican los investigadores, quienes también descubrieron que este animal es inmune al edema pulmonar –la acumulación de líquido en los pulmones–, otro padecimiento provocado por la falta de aire y que afecta principalmente a los alpinistas.