SIN CANTAR VICTORIA
Aunque los planetas detectados en zonas de habitabilidad puedan tener el mismo radio y masa que la Tierra, no significa necesariamente que tengan vida. Un argumento es la probabilidad de que el efecto de la gravedad de la estrella y su cercanía hagan que el planeta muestre una misma cara expuesta a la luz, mientras el lado contrario permanezca oculto, como ocurre con nuestra Luna. Las emisiones de radiación ultravioleta o rayos X podrían alterar la composición química de la atmósfera, o ésta puede estar evaporándose. Aún no se encuentran evidencias u observaciones directas que lo prueben, pero a la fecha no se tiene por certeza la composición exacta de la atmósfera de los exoplanetas. Los primeros experimentos de detección se han realizado con el telescopio espacial Hubble, el cual ha centrado su atención en los planetas TRAPPIST 1b y TRAPPIST 1c, situados a 40 años luz de distancia. Mediante el espectroscopio de la Wide Field Camera 3 se ha intentado analizar la luz que reflejan y deducir la composición química de su atmósfera. Si en ellos hubiera altas concentraciones de hidrógeno y helio, actuarían provocando un efecto invernadero en el planeta, haciéndolo inhabitable para la vida como la conocemos.