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La llegada del Perseverance a Marte abre un nuevo episodio en la búsqueda de vida en el Sistema Solar, pero no es la única misión que está en marcha: te presentamos las principales.
El hallazgo de compuestos químicos relacionados con el desarrollo de la vida en Venus, Marte y algunas lunas de Júpiter y Saturno ha impulsado la puesta en marcha de nuevas misiones espaciales a estos mundos del Sistema Solar. A partir de los datos que recaben, los astrobiólogos tratarán de dilucidar si existen organismos que han prosperado lejos de nuestro planeta. Tal descubrimiento sería uno de los más importantes de la historia de la ciencia.
El año 2020 será recordado, sin duda, por la pandemia de COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, pero además, para los apasionados de la exploración espacial y la astrobiología pasará a la historia como el primero en el que se enviaron, casi simultáneamente, tres misiones a Marte. En función de las órbitas que la Tierra y el planeta rojo describen en torno al Sol, estos se encuentran a su menor distancia relativa durante aproximadamente un mes cada dos años. Es lo que se denomina ventana de lanzamiento, y la que se abrió a mediados de julio de 2020 fue muy bien aprovechada por tres agencias espaciales. De hecho, podría haberlo sido aún más si una cuarta iniciativa, impulsada por las agencias europea (ESA) y rusa (Roscosmos) –se conoce como ExoMars y lleva a bordo el róver Rosalind Franklin–, no se hubiera tenido que retrasar hasta 2022.
El 19 de julio, un país debutante en la carrera espacial, Emiratos Árabes Unidos, lanzó desde Japón la misión Al Amal –es decir, “esperanza”–, que consiste en un orbitador que contiene tres instrumentos de fabricación en esencia estadounidense con los que se estudiará la composición y dinámica de la atmósfera marciana.
Cuatro días más tarde partió hacia Marte un cohete lanzado por la nación que ha estado protagonizando la exploración de la Luna en los últimos años: China. Su primer intento de llegar al planeta rojo ha sido de verdad ambicioso, pues su misión Tianwen-1 –cuyo poético nombre significa “preguntas al cielo”– cuenta con un orbitador, un módulo aterrizador y un róver.
La era del Perseverance
Hasta ahora, ninguna agencia espacial había enviado juntos estos tres componentes porque la comunicación desde la superficie de Marte con la Tierra se ha realizado a través de sondas lanzadas con anterioridad. Pero la CNSA china decidió apostar por todo de una vez con el objetivo de ampliar lo que sabemos sobre la geología, la distribución del hielo de agua y la atmósfera marcianas. Con ese fin, se han diseñado y construido los instrumentos analíticos y las cámaras del orbitador, y los siete que están alojados en un róver de 240 kg, con seis ruedas y alimentado por paneles solares.
Por su parte, la NASA lanzó el 30 de julio la misión Mars 2020, que incorpora el róver más grande y complejo de los que ha enviado al planeta rojo: el Perseverance. Tiene una masa de algo más de una tonelada y su diseño es similar al del Curiosity, que lleva más de ocho años recorriendo el cráter Gale, aunque posee varias mejoras. Para el momento en que leas este artículo habrá llegado a Isidis Planitia, en concreto al cráter Jezero, que pudo estar cubierto por agua hace 3,500 millones de años.
El Perseverance, con sus siete instrumentos, analizará los procesos geológicos que formaron un antiguo delta fluvial, caracterizarán la superficie y el subsuelo de los entornos sobre los que circule el astromóvil y estudiarán las rocas sedimentarias más prometedoras para tratar de encontrar en ellas señales de biomarcadores moleculares, es decir, de la posible existencia de algún tipo de vida en el pasado.
Además, el Perseverance seguirá recabando datos sobre la dinámica de la atmósfera marciana, tema de gran interés dado que durante los últimos años se han estado detectando picos en la concentración de metano que resultan difíciles de explicar. Para eso contribuirá decisivamente un dispositivo desarrollado en España: la estación meteorológica MEDA, construida por el Centro de Astrobiología del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, en colaboración con algunas instituciones extranjeras.
Se está ultimando una misión que, en la próxima década, recuperará muestras de Marte y las traerá a nuestro planeta.