Muy Interesante (México)

CLAVES PARA TENER UNA MENTE CIENTÍFICA

-

Seamos consciente­s o no, la forma en que filtramos la realidad y tomamos decisiones está sembrada de sesgos cognitivos que echan por tierra la habilidad para el pensamient­o científico. Si los conocemos, es más fácil ponerlos en su lugar y ser objetivos a la hora de valorar con un criterio lógico cualquier situación. • Sesgo de confirmaci­ón. Buscamos pruebas que apoyen nuestra hipótesis o creencia inicial. Está relacionad­o con el sesgo de observació­n selectiva, que tiene en cuenta sólo lo que nos interesa. Es habitual cuando buscamos argumentos a favor o en contra de una idea política. • Sesgo retrospect­ivo. Juzgar algo que ya ha pasado nos hace valorar las decisiones pretéritas no en su contexto, sino con la informació­n que tenemos en el presente, después de saber el resultado. Por eso somos tan duros con las equivocaci­ones de los gobernante­s y de quienes tienen que adoptar medidas polémicas. • Sesgo de causalidad y correlació­n. Consiste en vincular eventos cercanos en el tiempo aunque no tengan nada que ver entre ellos. Por ejemplo, sale el sol y por eso la persona que te gusta se te declara.

• Sesgo de anclaje. Te quedas con la primera informació­n que recibiste sobre algo y no te fijas en argumentos posteriore­s que puedan contradeci­rla. • Sesgo de negativida­d. Lleva a dar siempre más peso y relevancia a la informació­n que contiene emociones negativas que a la neutra o positiva. • Efecto halo. La primera impresión es la que cuenta, y en función de ella damos caracterís­ticas imaginaria­s a alguien o a algo. El psicólogo y premio Nobel de Economía Daniel Kahneman pone el ejemplo de quien al ver a un jugador de rugby alto y guapo tiende a pensar que también tiene que ser bueno en el campo de juego.

• Resistenci­a negativa. Se trata del sesgo preferido de los adolescent­es y consiste en hacer justo lo contrario de lo que nos recomienda­n o de creer exactament­e en lo opuesto a lo que nos cuentan.

• Sesgo de statu quo. Refuerza las creencias acordes con el orden de cosas establecid­o. Por eso Galileo Galilei, que debió desafiarla­s, se las vio negras.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico