¿POR QUÉ TENEMOS QUE SEGUIRNOS CUIDANDO DEL COVID?
Con el avance de las campañas de vacunación podríamos pensar que la pesadilla de la pandemia de COVID-19 está cerca del final y que gozaremos de un verano libre de mascarillas y fiestas bajo el sol, pero la verdad es que aún debemos mantener las medidas preventivas. Nuevas cepas
Por ejemplo la variante del SARS-CoV-2 detectada en India, denominada B.1.617, que en combinación con una relajación de las medidas de prevención detonaron una dramática escalada de contagios y decesos en ese enorme país asiático. “La ola puede estar asociada a la variante, pero también a las grandes concentraciones de personas, la falta de higiene de manos, de mascarillas o de distanciamiento social”, dijo al Science Media Centre Sharon Peacock, profesora de Microbiología y Salud Pública de la Universidad de Cambridge. Cada día que persiste la transmisión –y es todavía muy elevada en muchas naciones–, el virus tiene oportunidades para mutar e intentarlo. Así que el futuro no está escrito.
Ya vienen las vacaciones
Y mucha gente siente la urgencia de escapar de casa tras varios meses de encierro, y la mayoría de las veces ello implica contacto con más personas... justo esos contactos persona a persona son los que aprovecha el virus para propagarse. Por más hartos o aburridos que estemos, no olvidemos que relajar las medidas de contención del virus puede provocar incrementos de la enfermedad. Además, durante esta época sube la temperatura, lo que vuelve más pesado aguantar la mascarilla bien puesta. Asimismo, el calor nos hace tocarnos la cara con más frecuencia para secarnos el sudor: algo que precisamente hay que evitar a toda costa.
Las vacunas
Son sólo una herramienta de contención del virus y, por lo tanto de la pandemia, pero necesitan estar asociadas a las medidas de distanciamiento físico. Al principio se estimó que cuando 60-70% de la población estuviera protegida (bien por la vacuna o por haber pasado ya la infección), podría volverse a la normalidad, pero hoy hay dudas al respecto. El desconocimiento de la duración de la protección por la vacuna y la aparición de nuevas cepas hacen que se esté elevando casi a 80-85%. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomienda que los vacunados sigan usando mascarilla y manteniendo la distancia en público, así como evitar espacios mal ventilados y reuniones numerosas.
Una relación de largo plazo
La realidad parece indicar que el SARS-CoV-2 llegó para quedarse, y hasta que el virus y nosotros nos “adaptemos a convivir” es urgente mantener las precauciones. Los modelos matemáticos muestran que los retrasos en la adopción de medidas de control explican por qué en algunos países la pandemia afectó más que en otros. Es crucial aislar al virus, que tenga las menores oportunidades para esparcirse entre nosotros, y para eso hay que seguir las recomendaciones de la Secretaría de Salud, como usar mascarillas, lavarnos las manos constantemente con agua y jabón, cubrirnos con el codo al estornudar, no difundir noticias falsas y acudir al médico sólo en caso de emergencia.