El privilegio de viajar
Las visas son el medio por el cual los países regulan el acceso de turistas a su territorio, pero se trata de un sistema que podría estar fomentando colateralmente la desigualdad al ser más amigable con los más ricos. Un grupo de expertos de la Universidad de Gotinga (Alemania) analizaron los costos de tramitar visas en todo el orbe y descubrieron que la gente de los territorios pobres paga precios mucho más altos que los de naciones adineradas.
Sus resultados fueron graficados en este mapa, que muestra la cantidad de días que una persona necesita trabajar para pagar por una visa de turista. En promedio, alguien del norte de África y del sur de Asia pagaría más del triple por visas de turista (poco menos de 60 dólares o 1,200 pesos) que las personas de Europa occidental (18 dólares estadounidenses o 370 pesos). Eso, en cantidad de días que requieren laborar para solventarlo, muestra de forma más evidente la desigualdad.
Por ejemplo, para los europeos el gasto apenas equivale a una fracción de su jornada laboral, en cuanto que para los habitantes africanos o asiáticos requeriría semanas o hasta meses de salario.
“Si bien el Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho a circular libremente y salir de cualquier país, en realidad existen barreras que obstaculizan la movilidad global. Y nuestros datos muestran claramente que estas barreras incluyen los costos de las visas”, señalaron los investigadores.