Olfato científico
Los cazadores experimentados saben que a la hora de perseguir a una presa no hay mejor aliado que un buen sabueso; por esta razón, investigadores como Annegret Grimm-Seyfarth, del Centro Helmholtz para la Investigación Ambiental (UFZ, en Alemania), proponen usarlos en labores de rastreo y conservación de fauna silvestre.
Estos canes, especialmente entrenados para encontrar animales y plantas en peligro de extinción sin hacerles daño, permiten conocer el estado de sus poblaciones de forma más rápida y efectiva que con otros métodos.
No importa qué tan bien se escondan o qué tan sutil sea su rastro. De acuerdo con el estudio de Grimm-Seyfarth, publicado en Methodsin Ecology and Evolution, desde 1890 se empleaban para rastrear aves amenazadas en Nueva Zelanda y hoy más de 400 especies, incluyendo 26 especies de hongos y seis tipos de bacterias se han localizados gracias a perros rastreadores. De hecho, el estudio encontró que en casi 90% de los casos registrados los sabuesos fueron un método de detección más eficiente que las cámaras trampa o la teledetección.
Por ejemplo, los caninos encontraron entre 3.7 y 4.7 veces más osos negros, martas y gatos monteses que las cámaras trampa.
Aunque técnicamente todas las razas pueden ser entrenadas para esta labor, algunas son más adecuadas que otras, señala Annegret. Los terriers, por ejemplo, tienden a cazar y matar de inmediato a sus objetivos, por lo que no son la mejor opción. Mientras, el border collie, el labrador retriever y el pastor alemán son en particular buenos para encontrar y señalar, así que son los mejores detectores.
“Si selecciona el perro adecuado, sabe lo suficiente de la especie y diseña el estudio en consecuencia, este puede ser un método de detección excelente”, comenta la investigadora.