¿VACACIONES EN PANDEMIA?
Llegó el verano (de nuevo), las cifras de contagios de COVID-19 se han moderado y las ganas de salir de vacaciones se desbordan... pero no hay que confiarse aún.
La campaña de vacunación contra el COVID-19 sigue su marcha en todo el mundo y es la gran promesa para ponerle fin a la pandemia, pero esto no pasará de la noche a la mañana. Los investigadores siguen descubriendo cómo las vacunas afectarán la propagación del virus, así que es básico que sigamos tomando precauciones para protegernos y hacernos estas preguntas antes de empacar las maletas.
¿Ya te vacunaron? Espera al menos dos semanas tras recibir la segunda dosis de la vacuna para viajar, ya que tu organismo necesita tiempo para desarrollar la protección y es menos probable que transmitas el COVID-19.
¿Eres persona de alto riesgo? Sabemos perfectamente que cualquiera puede enfermar de COVID-19, pero los adultos mayores y la gente de cualquier edad con ciertas enfermedades tienen mayor riesgo de enfermarse de gravedad.
¿Vives con alguien que pueda enfermarse de gravedad? Si te infectas durante tu viaje, al regresar puedes contagiar a quienes viven contigo, aunque no tengas síntoma alguno.
¿El sitio al que quieres ir tiene requisitos o restricciones para los viajeros? Incluso si ya tienes tu vacuna completa, debes seguir las reglas sanitarias de tu destino. Hay países que todavía exigen el uso de mascarillas y que quienes viajaron recientemente se queden en casa hasta por 14 días. Investiga y evítate tragos amargos.
¿Y si no te has vacunado? Realizarte una prueba antes y después de viajar puede ayudar a reducir el riesgo de propagar el COVID-19. Por cualquier cosa, lleva contigo una copia de los resultados cuando viajes.
¿Cómo me protejo durante el recorrido? Mantén una distancia de dos metros entre tú y los demás cuando sea posible. Evita el contacto con toda persona que luzca enferma. Limita el contacto con superficies que se tocan con frecuencia,
como agarraderas, botones del elevador y pantallas táctiles, y siempre lava o desinfecta tus manos tras usar alguna de estas. Usa bien tu mascarilla. Evita tocarte los ojos, nariz y boca. Cúbrete la boca al toser o estornudar. Lávate las manos con frecuencia –esto es por demás importante luego de usar el baño, antes de comer y después de toser, estornudar o limpiarte la nariz–. Usa desinfectante que contenga por lo menos 60% de alcohol. Evita comer o beber en el transporte público, así puedes conservar la mascarilla puesta en todo momento.
¿Si te trasladas en tu coche, será más seguro? Viajar en tu automóvil te brinda más control del entorno, pero incluso así debes ser cuidadoso en tus paradas, paso por casetas, etcétera. Planea detenerte lo menos posible. Prepara comida y agua suficiente para todo el recorrido, pero si no te queda más que comer en el camino, opta por restaurantes que ofrezcan atención por la ventanilla del vehículo.
Para que tu viaje no termine mal, no olvides que aún estamos en pandemia y que la mejor protección depende de uno mismo.