Redes neuronales de la memoria y el aprendizaje, juntas pero no revueltas
Sin la memoria no seríamos mucho más que una ameba, pero ¿por qué solo ciertas neuronas se encargan de convertir las experiencias y los estímulos sensoriales en recuerdos? Investigadores del Instituto Max Planck de Psiquiatría (con sede en Múnich) y el Instituto Weizmann de Ciencias (Israel) han descubierto que las conexiones que establecen las células nerviosas para crear recuerdos son estables, a diferencia de las que sirven para el aprendizaje, que son flexibles. Lo han hecho experimentando con roedores, aunque este hallazgo podría ayudar a desvelar de qué forma organizamos los humanos la memoria.
Siete días de observación. Los científicos estudiaron durante una semana el hipocampo de los roedores, una estructura encefálica esencial para la memoria y el aprendizaje. Usaron una novedosa técnica llamada microscopía de dos fotones, que permite analizar el funcionamiento de regiones profundas del cerebro. Comprobaron que las neuronas implicadas en la formación de un recuerdo creaban conexiones más estables que las que no lo hacían. Luego enseñaron a los ratones a completar una tarea nueva y advirtieron que los ejemplares con más neuronas del hipocampo unidas por conexiones estables la aprendían peor. De ahí concluyeron que la conectividad estable de un subgrupo de neuronas las impulsa a formar recuerdos, mientras que una conectividad flexible favorece el aprendizaje.