DAVID BRUCKNER: EL NUEVO HORROR EN EL CINE
En los últimos 14 años este director se ha ganado su lugar como uno de los exponentes del “nuevo” cine de terror estadounidense. Platicamos con él sobre su más reciente trabajo, La casa oscura, y de lo que le espera al género de terror.
Parte esencial del cine de terror es mostrar los miedos y ansiedades que vive el ser humano, según nos cuenta David Bruckner, director de La casa oscura, en entrevista con Muy Interesante. ¿Cómo diste con La casa oscura?
Ben Collins y Luke Piotrowsky, amigos míos con quienes he trabajado antes, me enviaron el borrador de su guion. Dijeron que seguro me gustaría y, por supuesto, me enamoré de inmediato. Contenía la mejor clase de misterio, algo deliciosamente confuso que yo, como público, estoy invitado a resolver de forma irresistible. Cuando lo leí, fui incapaz de dejarlo. Después, tuve la fortuna de que gente como Keith Levine, David Goyer y otros artistas subieron a bordo y empezamos a resolver cómo le daríamos vida a esta película.
A diferencia de otras cintas, en La casa… se incluyen elementos como smartphones de forma muy efectiva.
Encontramos una manera de usar esos elementos como parte de lo que es familiar en una vida y luego convertirlos en la puerta hacia el misterio. Por ejemplo, las imágenes guardadas en una computadora o un teléfono son esenciales para que Beth descubra quién era en realidad su esposo.
Creo que en el horror se trata de plantear, dentro de lo que conoces, dentro del mundo que te es familiar y donde te sientes seguro, una intrusión siniestra, lo que se vuelve inquietante y estremecedor.
¿Cuál fue la parte más difícil de lograr?
El material nos pidió explorar ciertos lugares como la avaricia, depresión, ansiedad u otras experiencias y emociones muy complejas que no suelen estar dentro del género. Ese es el mejor tipo de reto porque obliga a estirar la creatividad de todos los realizadores involucrados para construir las actuaciones y momentos en la trama que reflejen ese viaje y, además, de una forma con la que la gente se identifique.
¿Cómo crees que el coronavirus cambiará la forma de realizar cintas?
Muchas sociedades en el planeta tuvieron que reconocer la fragilidad de la estructura social. Recibimos el aviso de que todo puede cambiar en cualquier momento y esto significa que nos debemos nuevas formas de interrelacionarnos. Mi esperanza es que se formarán lazos más fuertes de humanidad una vez que el polvo se haya asentado. ¿Cuáles serán los miedos del futuro? Primero déjame decir que soy un optimista de corazón, pero hay muchas cosas a las cuales temer. Desde el bioterrorismo hasta la manipulación del genoma humano, a pesar de los beneficios que podríamos esperar de este; la inteligencia artificial, el renacimiento del fascismo alrededor del mundo... Siempre va a haber miedos que experimentaremos como seres humanos, que no se van a ir y que causan nuestros enfrentamientos. La violencia entre los humanos no parece que vaya a cesar.
¿Qué tanto ha cambiado realizar filmes de horror desde tu primera película?
La transmisión fue una cinta colectiva cuya historia está dividida en tres partes, la hice en 2006 junto con mis buenos amigos Dan Bush y Jacob Gentry, muchos directores en el proyecto. Creo que estábamos respondiendo a las ansiedades de la época, la del presidente Bush, y retratamos la manera en que los medios pueden manipular las historias, nuestras mentes, y moldear nuestra realidad hasta volverla negativa. Todo eso es más real ahora, así que creo que La transmisión es más vigente; pero siento que hay un renacimiento del horror en los últimos 10 años, lo que es fantástico porque una audiencia mucho más grande se vio atraída hacía lo que sería “el otro lado” del horror [...] Ahora hay un público más amplio que entiende que las pesadillas que ponemos en pantalla representan los dilemas del espíritu humano, así que tener a más personas abiertas a la lectura de ese material nos reta a los realizadores en formas muy estimulantes. Espero que esta tendencia continúe y que yo pueda seguir formando parte de ella.