Mojados hasta la extinción
El clima húmedo que reinó a finales de la Edad de Hielo pudo desencadenar la misteriosa extinción de buena parte de su megafauna. Es la hipótesis que sugiere Alan Cooper, director del Australian Centre for Ancient DNA (ACAD), tras descubrir en restos de más de 500 ejemplares procedentes de este periodo evidencia bioquímica directa de un marcado incremento de lloviznas en Eurasia y América hace entre 11,000 y 15,000 años, justo antes de que estos animales desaparecieran.
Cooper y su equipo analizaron los átomos de nitrógeno preservados en el colágeno óseo de los fósiles, con los cuales es posible conocer algunas de las características climáticas que prevalecieron durante cierta época. “El nitrógeno tiene dos isótopos estables (átomos con el mismo número de protones pero diferente número de neutrones) llamados nitrógeno-14 y nitrógeno-15”, explica Cooper. “Los cambios en las condiciones ambientales pueden alterar la proporción de estos dos isótopos en el suelo.” Esto queda registrado en los tejidos de las plantas en crecimiento así como en los huesos de los animales que las comen. Dado que en condiciones áridas el nitrógeno-14 es eliminado del suelo por procesos como la evaporación, los expertos en paleoclima han establecido una útil correlación: menos nitrógeno-14 en los huesos significa más humedad en el ambiente. Así fue como observaron que el final de la Edad de Hielo fue una etapa sumamente húmeda, en el que lloviznas pertinaces se instalaron en gran parte del mundo.
Su teoría, publicada en la revista NatureEcology&Evolution, sostiene que esta persistente lluvia inició la extinción masiva al acelerar el derretimiento del permafrost y de los glaciares: el agua derretida creó nuevos pantanos y bosques que ganaron terreno a las praderas y pastizales existentes en América y Eurasia. Dichas praderas, que hoy sólo persisten en África, cubrían entonces casi una tercera parte del planeta y eran la principal fuente de alimento de la megafauna. Al carecer de ellas, los grandes mamíferos herbívoros comenzaron a desaparecer.