La aplicación médica que salva vidas
Ya se ha convertido en una herramienta diagnóstica de lo más común, pero la tomografía por emisión de positrones (PET, según sus siglas en inglés) es todo un milagro de la tecnología. A diferencia de otras técnicas no invasivas, como la tomografía axial computarizada (TAC) y los rayos X, un PET permite visualizar el metabolismo de la glucosa o el flujo sanguíneo, no únicamente los cambios anatómicos de los tejidos y órganos.
¿Y cómo funciona? Pues rastreando la huella energética que emite una de las manifestaciones de la antimateria: los antielectrones o positrones. El procedimiento consiste en inyectar al paciente un compuesto radiactivo inestable que produce las antipartículas. Aunque éstas desaparecen al colisionar con sus contrarios, los electrones del cuerpo humano, cada encuentro deja como señal dos fotones de rayos gamma, captados por los ultrasensibles detectores del tomógrafo. Luego, el dispositivo confecciona una imagen 3D con esos fogonazos.