P. T. Barnum sacó provecho del deseo de sorpresa del público.
En su primer espectáculo, en 1835, el
showman Phineas Taylor Barnum promocionó a Joice Heth como la institutriz de 161 años de George Washington. Hordas llegaban boquiabiertas para ver “la mayor curiosidad natural y nacional”. Barnum aprovechó el ansia por entretenimiento del público sembrando ornamentaciones y mentiras en los diarios. Sus inventos a este respecto se descubrieron tras la muerte de Heth, cuando la autopsia reveló que no tenía más de 80 años. El don de Barnum para las noticias falsas culminó cuando, mientras estaba enfermo, arregló la publicación de su propio obituario para poder leerlo antes de morir.