Hay esperanza para nuestros mares
LOS OCÉANOS DEL MUNDO constituyen más de 70 % de la superficie planetaria y están plagados de problemas: exceso de pesca, calentamiento, contaminación plástica, acidificación de las aguas, pérdida de abundancia y diversidad.
Encontrar soluciones o incluso ser optimistas puede parecer desalentador. Pero eso buscamos en esta edición dedicada a los océanos, a las personas que los exploran y las criaturas que los habitan: desde ballenas inmensas hasta corales diminutos.
En el siglo xxi preocuparse por los océanos implica sentirse en conflicto: desesperarnos por lo que se ha perdido pero ser optimistas por lo que podemos rescatar. Para debatir esa tensión, acudí al fotógrafo David Doubilet, quien hace 50 años cubrió su primer encargo para National Geographic. Según sus cálculos, ha pasado más de 27000 horas bajo el agua: poco más de tres de sus 74 años.
En esta edición, Doubilet y Jennifer Hayes fotografiaron el artículo sobre los cambios en los arrecifes de coral. En la imagen de apertura se aprecia a Doubilet sostener una fotografía que tomó en 2009 en el mismo arrecife, en el mismo punto, y su estado nueve años después. Doubilet me confesó que ver el declive “ha sido absolutamente desgarrador. Era como un buqué de coral y regresé a un cementerio”.
Sin embargo, Doubilet y Hayes guardan la esperanza de que podamos revertir los daños. Hablaron sobre sitios donde el coral continúa sano e incluso se emplea para desarrollar cepas más resistentes. Y están convencidos de que su labor de documentación –lo bueno y lo malo– puede informar e inspirar.
“Este viaje me ha dado una perspectiva invaluable –cuenta Doubilet–. Soy capaz de tomar fotografías que sirvan como testigo. Las fotografías pueden educar”. No obstante, no quiere mostrar solo imágenes negativas que denomina “de pesadumbre y fatalidad. Necesitamos imágenes que también transmitan esperanza y resiliencia”.
Ese es el mensaje de esta edición: hay motivos para tener esperanza, todos podemos hacer mucho y nos gustaría ayudarte a marcar la diferencia. En estas páginas y en nuestras plataformas digitales busca los recuadros de “Cómo ayudar” y el logo de Planeta Posible (inf. der.). En ellos encontrarás ideas para abordar los problemas y formar parte de las soluciones.
En palabras de Doubilet: “Si hay esperanza, también existe la posibilidad de cambiar las cosas. No importa si elegimos conducir un auto híbrido, bajar la temperatura o recurrir a la energía sostenible. Ante todo, hay esperanza”. Gracias por leer National Geographic. j