Quien se pierde encuentra nuevas sendas

Los viajes son parte de la educación sentimental del ser humano, nos enseñan a ser fuertes, a vernos en otros entornos, a adaptarnos, a emocionarnos, a extrañarnos para reencontrarnos, nos demuestran, sobre todo, que siempre habrá algo más que descubrir. Descubrimientos que nos harán sonreír y también reflexionar. Disfrutar, aprender y experimentar son las motivaciones, que desde hace 10 años, han impulsado al staff de NGT a compilar en su lista anual “50 tour inolvidables”, los elegidos no sólo son travesías por lugares extraordinarios poseedores de riquezas naturales y legados culturales que nos invitan a adentrarnos a sus vidas cotidianas y cosmovisiones particulares, sino que nos retan a comprometernos como viajeros-exploradores del siglo XXI que no se limitan a hacer “turismo” sino que viajan para aprender, para enseñar, para compartir ya sea kayakeando alrededor la Isla Espíritu Santo, en BCS, o impartiendo clases en tierras africanas de Malawi o atreviéndose a hacer la ruta de la seda en su versión 2.0. En esta misma tesitura, nuestro colaborador Marck Guttman nos guía por las calles de Helsinki para vivir la utopía de la buena educación; Enrique Escalona nos adentra a Michoacán para entender el presente desde su historia artesanal y Lauren McCutcheon nos sorprende con la cara creativa de una Filadelfia que se quita el polvo. Viajamos, sin duda, para encontrar nuevas sendas.

Dar clases, andar en bici, trabajar la tierra, andar rutas antiguas es la forma de viajar al estilo NGT.

De oriente a occidente: cruza el estrecho del Bósforo en ferri.