PONER LA AYUDA EN PILOTO AUTOMÁTICO
DADO EL NIVEL DE SUFRIMIENTO financiero que padecen los hogares, Wolfers, al igual que muchos economistas, instaría al presidente a poner más dinero en las manos de los estadounidenses, y a hacerlo rápido. Pero también le aconsejaría que retirara, o al menos, que tratara de reducir, las políticas que hasta ahora han bloqueado la capacidad del gobierno federal de responder rápidamente a la crisis financiera al quitar algunas decisiones de manos humanas.
“Las últimas semanas en que las conversaciones sobre los estímulos iban y venían conforme fluctuaba la fortuna electoral y las dosis de esteroides del presidente, son un ejemplo claro de que el sistema no está funcionando”, dice. “La necesidad fiscal no cambió, solo la política. Así que, ¿por qué no simplemente se acuerda con anticipación que, si la economía se pone mal, pondremos en marcha una cantidad específica de estímulos fiscales?”
Una buena forma de lograr esto, afirma Wolfers, es mediante “lo que los economistas llaman estabilizadores automáticos, que son programas que automáticamente gastan más e imponen menos contribuciones cuando la economía falla”. Un ejemplo actual: El Programa de Asistencia de Nutrición Complementaria, conocido comúnmente como cupones de alimentos. En épocas de dificultad económica, aumenta la cantidad de personas que cumplen con los requerimientos de ingresos y ahorros del programa, y este cuesta más. Cuando hay buenos tiempos, ocurre lo contrario.