LA SEQUÍA QUE AZOTA A MÉXICO
EN MARZO DE 2021, LA COMISIÓN NACIONAL DEL AGUA (COnagua) reportó que las presas de agua mexicanas presentaron uno de los niveles más bajos en la historia de este registro, que comenzó en 1941.
Esta reducción, que representa el 46.2 por ciento del almacenamiento de precipitaciones, se debe al déficit de lluvias que ha habido desde 2020, cuando se registró una disminución de 3 por ciento en comparación con la media. A ello se sumó la demanda adicional de agua debido a la pandemia por covid-19, principalmente en regiones con grandes concentraciones poblacionales. Según Conagua, las zonas más afectadas por los efectos de sequía se ubican en el noroeste, el norte del país y en Guanajuato, Michoacán, Guerrero y la costa norte de Oaxaca.
“Si bien la sequía y la escasez de agua no significan lo mismo —ya que la primera se refiere a precipitaciones por debajo del promedio durante varios meses o años—, la población y los sectores productivos han contado con agua suficiente para cubrir la demanda de sus actividades”, señaló la directora general de la Comisión, Blanca Jiménez Cisneros.
Durante lo que va de 2021, Conagua ha distribuido 38.9 millones de litros de agua potable mediante camiones cisterna a 112,517 habitantes en situación de vulnerabilidad de entidades que lo han solicitado.
Conagua también ha apoyado en el combate de incendios forestales a través de dos helicópteros que realizan descargas de precisión. Hasta este año, ha hecho 1,600 descargas de líquido retardante, lo cual equivale a 1.5 millones de litros, efectuadas en Coahuila, Morelos, Nuevo León y Oaxaca.