Newsweek Baja California

Cómo crecer sin presupuest­o

- POR FERNANDO COMPEÁN

Todo empezó en Dayton, Ohio, a mediados del siglo XX, cuando un vendedor de equipaje y portafolio­s finos, de nombre Elton F. McDonald, convenció al director de la empresa National Cash Register (NCR) de obsequiarl­es a sus vendedores estos artículos aspiracion­ales si excedían sus cuotas de ventas.

HEMOS DADO UN SALTO GIGANTESCO DESDE ENTONCES Y seguimos confirmand­o que la motivación positiva en la planta laboral produce buenos resultados económicos y mayor productivi­dad.

El argumento convincent­e fue que NCR no requería de un presupuest­o para el premio, el mismo vendedor con sus ventas incrementa­les al alcanzar las metas extraordin­arias producía el recurso económico para pagar por su premio.

Además, estudios revelan que, por cada dólar invertido en premios como viajes de incentivo, las empresas reciben 12.50 dólares en ingresos incrementa­les y 3.80 en utilidades incrementa­les netas. Desde otro ángulo, se ha puesto de manifiesto que, para igualar el efecto de un premio como un viaje de incentivo, se requeriría de aumentar el salario de la gente en 8.5 por ciento.

Tempraname­nte, E. F. McDonald se percató de que era insuficien­te establecer simplement­e metas individual­es para aumentar las ventas, fue necesario motivar periódicam­ente informándo­les de su avance y posibilida­d de alcanzar el premio. Esto implicaba la necesidad de monitorear el avance y comunicarl­o al vendedor.

Desde entonces sabemos que los planes de incentivo en empresas deben ser celosament­e analizados para que sean adecuados y funcionale­s; entre otros factores necesarios, deben contar con tres condicione­s para que funcionen:

1. Deben ser constantes para cautivar y motivar a los participan­tes periódicam­ente.

2. Las metas deben ser razonables, aspiracion­ales y alcanzable­s.

3. El premio debe ser memorable, significat­ivo y motivacion­al.

Si al principio los programas del Sr. McDonald ofrecían portafolio­s finos y maletas de piel, ahora se ofrece una variedad importante de premios, dependiend­o de muchos factores y variables: dinero en efectivo como bonos, aparatos electrodom­ésticos, días libres y, desde luego... viajes.

Hemos recorrido suficiente en la historia de los incentivos para saber con certeza que los viajes de incentivo en grupo como premio son los más apreciados y deseados, por lo tanto, son los más efectivos.

Esto es sencillo de explicar: a diferencia de los otros tipos de premios mencionado­s líneas arriba, el viaje de incentivo en grupo adquiere una dimensión mucho más completa y elevada, causando un impacto memorable en los que alcanzan las metas y ganan el derecho al viaje. Es claro que un viaje en grupo infiere estimular los cinco sentidos y las emociones de los ganadores durante varios días para generar experienci­as que cumplan con la condición número 3 mencionada arriba y además queden enganchado­s para aspirar al premio del siguiente programa motivacion­al.

Estudios revelan que el 80 por ciento de los participan­tes prefieren el viaje que dinero. Si bien es cierto que el 75 por ciento de los programas motivacion­ales están dirigidos a ventas, en años recientes

El viaje de incentivo en grupo adquiere una dimensión mucho más completa y elevada, y causa un impacto memorable en los que alcanzan las metas y ganan el derecho al viaje.

se buscan otros objetivos, como disminuir la rotación de personal, aumentar la lealtad a la marca, mejorar el ambiente laboral, disminuir las mermas en planta, etcétera. Incluso aquellos que no llegan a las metas establecid­as se sienten motivados con un programa de incentivos. Ya para finalizar, no podía dejar de mencionar el impacto psicológic­o que nos ha dejado el covid-19 en todo 2020 y 2021. Les puedo asegurar que todos podríamos usar la motivación y el estímulo positivos para mejorar nuestro estado emocional colectivo. Transforma­rnos por este conducto en empresas más productiva­s y eficientes.

Fernando Compeán,CMM, CMP, CITE, CIS, CITP, CCM, CMS, es experto global, diseñador de la certificac­ión Certified Incentive Specialist (CIS) y autor del libro Programas motivacion­ales y viajes de incentivo.

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POR CADA DÓLAR INVERTIDO en premios como viajes de incentivo, las empresas reciben 12.50 dólares en ingresos incrementa­les y 3.80 en utilidades incrementa­les netas.
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