Violencia psicológica y económica, de la mano
Vivir sin obstáculos significa respeto a los derechos humanos y a la dignidad, y es lo que busca la Procuraduría de la Defensa de la Mujer en este municipio, donde se insiste en combatir la violencia psicológica y económica, que va a la par, seguidas en tercer lugar por la física.
Jacqueline Santos Romero, titular de esta oficina, afirma que en el año se atendieron a 1,200 mujeres afectadas emocionalmente, sobajadas y lastimadas económicamente por la pareja quien bien la abandonó o no la mantiene.
Recordó que es en diciembre cuando crece el interés en las damas, por reclamar la pensión alimenticia para los hijos, “pero malamente, porque los juzgados están cerrados por estar los licenciados de vacaciones, de ahí que en ocasiones solo se aplique una pensión provisional para proveerlos de alimento, mientras dura el litigio para bien o para mal”.
A diferencia de la violencia física y psicológica, la violencia económica y patrimonial aún suele pasar desapercibida, porque la dama en ocasiones no se anima
a denunciar, aun cuando la estén privando de los recursos económicos necesarios para la manutención del hogar y la familia, o de bienes patrimoniales esenciales que satisfacen las necesidades básicas para vivir, como la alimentación, ropa, vivienda y el acceso a la salud.
Principalmente, el objetivo de la violencia patrimonial y económica es restringir el manejo del dinero y los bienes patrimoniales de las mujeres, aspectos fundamentales que garantizan su autonomía para la toma de decisiones.