CATS asombró a La Laguna
La comunidad de los gatos jélicos llegó entre ronroneos, baile y cánticos al escenario del Coliseo Centenario de Torreón.
La comunidad de los gatos jélicos llegó entre ronroneos, baile y cánticos al escenario del Coliseo Centenario de Torreón ante un público que desde el primer acto se enganchó ante una de las obras musicales más representativas de Broadway, CATS.
La historia comenzó a la media noche, con todo durmiendo en silencio,de pronto uno a uno de los felinos van apareciendo con sus llamativos atuendos, de diversos colores, unos negros, otros blancos, aleopardados, y en conjunto se ponen a recitar sus cualidades, aficiones y particularidades.
Todo ello ocurría en un basurero tradicional que fungió como escenario en el que éstos esperaban su momento jelical.
La tribu de los gatos jélicos se reúne en esta historia para decidir qué felino renacerá y cuenta con un gran elenco y una impresionante escenografía que en conjunto con la música, iluminación y sonido, impactó al público Lagunero que asistió a las dos funciones que se ofrecieron en el Coliseo Torreón.
Rocío Banquells dio vida a uno de los personajes principales, “Grizabella”, una gata que pasó de ser glamorosa a convertirse en marginada en la sociedad de los felinos, sólo el gato mayor, Deuteronomy, le permitiría regresar al hogar de los felinos.
Grizabella enterneció cuando al intentar regresar, los demás felinos no la aceptaron, minimizándola y alejándola del lugar. Sin aceptación alguna, tuvo que esperar la aprobación del gato mayor y obtener la anhelada segunda oportunidad.
Con números precisos, un alucinante vestuario y gatos de todas las razas, entre glotones, clásicos, viejos, magos, chismosos, coquetos, fanfarrones, con clase y divertidos, los felinos mostraron sus habilidades captando la atención del público que aplaudió en varias ocasiones.
De igual forma cada uno de los temas interpretados fueron ovacionados, siendo “Memory” el más apreciado por el público que presenció esta gran obra.
Es así como se presentó este musical que contó con una gran interacción entre los actores y el público durante las dos horas de duración, que llevó a los Laguneros a transportarse a través de un basurero lleno de talento vocal y actoral.