Camino al desarrollo
Hacienda identifica 140 proyectos de infraestructura en las Zonas Económicas Especiales que requieren 127,000 mdp.
Empresas de los sectores manufacturero, acerero, alimentos, agroindustria y textil serán las primeras en integrarse al programa de desarrollo para detonar la competitividad de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) y poner fin a su rezago.
Según Gerardo Gutiérrez Candiani, titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, las compañías que participarán en la primera etapa de desarrollo suman 25, y los recursos que aplicarían alcanzan 7,000 millones de dólares.
Detonar el potencial de estas zonas implicará también equiparlas de infraestructura básica, además de la inversión privada que está en proceso de ejercicio.
La Secretaría de Hacienda tiene identificados 140 proyectos de infraestructura que deberán concretarse en estas regiones para 2018, de los cuales 45 son prioritarios y requieren 13,500 millones de pesos (mdp).
Según el Presupuesto de Egresos, en 2017 se realizarán cuatro obras en esas zonas para las que se destinarán poco más de 1,925 mdp: 1,200 millones serán para el mantenimiento de la línea férrea Chiapas-mayab, 700 millones para dos proyectos carreteros en Oaxaca y Veracruz, y 25 millones para rehabilitar un acueducto en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
El sector empresarial ha alertado de la necesidad de contar con los servicios básicos, pues para aumentar el atractivo de las zonas con alto potencial de productividad, que hoy están en rezago, es necesario dotarlas de luz, agua, drenaje y gas.
De acuerdo con información de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), en un ambiente económico de austeridad, la consolidación de las zonas, principalmente en el sureste del país, solo se dará mediante “fórmulas de coinversión entre autoridades y empresarios”.
Luis Mauricio Torres, del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), sugiere cumplir con la promesa de tener “un esquema fiscal diferenciado y mejores regulaciones para atraer más capital privado”.
El crecimiento en la cartera de créditos a la vivienda de los bancos registró un crecimiento de 10% a principios de 2017, cifra menor al aumento de 11.4% observado en enero del año pasado. Esta desaceleración se atribuye en parte al alza en las tasas de interés.
“A futuro vamos a ver que conforme aumenten las tasas, la desaceleración va a ser mayor, aunque estimamos que el crecimiento seguirá. En el segmento medio es donde más efectos podríamos ver”, dice Ewgene Towle, director general de la consultora inmobilaria Softec.
La desaceleración en el crédito se explica por dos razones, apunta Eduardo Coello, analista de BX+. La primera es el contexto
CAMBIO DE TENDENCIA Las tasas dejaron atrás los mínimos de 2016, y ahora rondan niveles de 2015 y 2014.
Otros, por el contrario, comenta Jaime Alverde, director de Grupo Gigante Inmobiliario, aceleraron la decisión de compra antes de un mayor aumento en las tasas. “En nuestro caso ha tenido un último jalón; en los últimos dos o tres meses la gente está acelerando su decisión de compra y aprovechando el temor de que suban más las tasas. La gente prefiere invertir en un inmueble que en otras cosas”, dice.
Carlos Serrano, economista jefe de Bancomer, comentó que aún con una ligera alza, las tasas de interés hipotecarias “están en niveles bajos en comparación con los últimos años”.