Transición energética 900 empleos
La aprobación de una central nuclear abre el camino para la participación de la iniciativa privada en infraestructura nacional de relevancia.
Reino Unido dijo adiós a la Unión Europea, pero eso no cerró las puertas a la inversión extranjera. A fines de 2016 el gobierno británico aprobó la construcción de la primera central nuclear en el país en más de 20 años, tras una década de negociaciones.
El proyecto para construir la central nuclear Hinkley Point C (HPC) en la ciudad de Somerset representa una inversión estimada de 21,000 millones de euros (23,000 millones de dólares).
Los trabajos estarán a cargo de EDF Energy, con 66.5% de participación, en asociación con China General Nuclear Power Corporation (CGN), con 33.5%. El contrato de explotación tiene una duración de 35 años.
“Hinkley es la primera de una generación de nuevas centrales nucleares, con contratos de producción a largo plazo. Esto lo convierte en un importante sector para invertir y la oportunidad es ahora”, afirma Tom Greatex, jefe ejecutivo de la Asociación de la Industria Nuclear del Reino Unido (NIA, por sus siglas en inglés).
Una vez puesta en operación en 2025, la central cubrirá 7% de las necesidades energéticas del país, y generará 900 empleos anuales durante su ciclo de vida de 60 años.
Desde el principio, estuvo bajo la lupa del parlamento británico y la Comisión Europea, al ser el primer proyecto en el que una empresa privada invierte y construye infraestructura nacional vital.
“El gobierno se dio cuenta de que si un país piensa realizar una transición a un sistema energético con bajo nivel de emisiones de carbono, debe asegurar que las políticas se basen en hechos y no en prejuicios”, añade Greatrex.
Un nuevo marco legal
Tras la aprobación de la central, las autoridades anunciaron que impondrían un nuevo marco legal para las futuras inversiones extranjeras en infraestructura crítica, incluyendo el sector nuclear.
“El gobierno adquirirá una participación en la propiedad de todos los nuevos proyectos de construcción de centrales nucleares, asegurándose así de que no podrán vender participaciones accionarias significativas sin su consentimiento”, dijo Antonio González Jiménez, director de Estudios y Apoyo Técnico del Foro de la Industria Nuclear Española.