Materiales a prueba
Verificar la calidad de los suministros de construcción ayuda a brindar mayor seguridad a edificaciones e infraestructura públicas.
La necesidad de verificar que los materiales utilizados en obra pública cumplan con las especificaciones establecidas en el Reglamento de Construcción y las normas técnicas complementarias dio origen al Laboratorio de Revisión de Obras de la Contraloría General de la Ciudad de México, que tendrá incidencia tanto en edificaciones e infraestructura ya construidas como en proceso o en proyecto.
En este centro, inaugurado el 10 de marzo pasado, se analiza desde la capacidad de carga del suelo hasta la cimentación y la resistencia de los materiales constructivos. En caso de detectar alguna deficiencia en la calidad o el uso de estos, la dependencia emitirá una recomendación técnica preventiva al proveedor, pero si este no acata las indicaciones será sancionado o cesado.
La intención es que no se detenga la obra, sino que el material que no haya pasado la prueba sea sustituido o mejorado. Las edificaciones basadas en un reglamento de construcción anterior también serán analizadas para crear un plan de reforzamiento. En este sentido, se cuidará que los materiales no pierdan sus propiedades y corran el riesgo de sufrir una ruptura.
Para cumplir con estos objetivos, el laboratorio cuenta con personal especializado en diseño de estructuras de concreto, acero, geotecnia y topografía, utiliza el software Structural Enterprise y AECOSIM, y está equipado con máquinas universales para hacer pruebas de compactación, un cuarto de curado para análisis de concreto fresco y concreto humedecido, máquinas para determinar la resistencia a la tensión de los materiales, balanzas para mediciones en mecánica de suelos y hornos para determinar el contenido de asfalto en las pavimentaciones, por mencionar algunos.
“La seguridad estructural será garantizada al constatar que existe una adecuada mecánica de suelo, compactación, excavación, cimentación y edificación conforme a lo planeado en la memoria de cálculo. El laboratorio realizará análisis desde que una obra esté en proyecto, así ganamos tiempo y ahorramos dinero”, asegura Francisco González Ortega, director general del laboratorio.
“La diferencia con el laboratorio móvil, que ahora servirá de apoyo, es que la sede de El Rosario cuenta con mayor tecnología y capacidad para analizar materiales de manera preventiva”, enfatiza González.
Además, a través de la vinculación con universidades e institutos se espera impulsar de manera conjunta el desarrollo y la aplicación de nuevos materiales en obra pública. Otro reto es lograr la certificación que otorga la Entidad Mexicana de Acreditación.
Aprobación del material Recomendación técnica al proveedor
45centavos de dólar cuesta cada ladrillo de tierra comprimida y se utilizan 40 por m2.
“Se parecen un poco a los adobes, pero rebasan los parámetros de resistencia”, comenta María Neftalí Rojas, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM.