Un girasol inteligente Tono cobrizo
Smartflower incluye tecnología que permite seguir el desplazamiento del Sol para generar más energía.
Un sistema fotovoltaico con un diseño en forma de girasol ofrece una eficiencia 60% mayor a la de sistemas convencionales de azotea.
Gracias a su forma, Smartflower integra los componentes de un sistema solar, pero con una colocación y un uso más sencillo y rápido en comparación con las instalaciones convencionales de paneles.
El diseño permite que su puesta en marcha sea como hacer uso de un electrodoméstico. Basta con ser instalado y conectado para que después de una hora comience a operar. Sin embargo, su mayor cualidad es la manera autónoma e inteligente en la que opera.
La idea fue desarrollada por la empresa austriaca Alexander Swatek, fundada en 2010. “La funcionalidad completa está integrada en un solo producto, este da el máximo valor al consumidor cuando genera su energía”, señala Swatek en un video.
Los ‘pétalos’ de la Smartflower, donde se ubican las celdas, se despliegan de forma automática por la mañana cuando detectan los primeros rayos del Sol, gracias a su tecnología de control astronómico, la cual permite dar seguimiento a la posición del Sol y obtener la mayor cantidad de luz, incluso cuando el cielo está nublado.
Al desplegar y plegar las celdas, es capaz de limpiarse por sí solo y quitar el polvo. En otros sistemas el polvo afecta en promedio 5% en la captación de los rayos.
El sistema, distribuido en México por Sunet, también integra sensores que perciben la velocidad del viento. Si este viaja a una velocidad mayor a los 63 kilómetros por hora, la Smartflower adopta una posición de seguridad para evitar daños.
Al año, suministra 4,000 kw, lo que representa casi el consumo anual de una casa promedio.
GINA GAITÁN
Por sus propiedades antibacterianas, de alta conducción de calor en utensilios para cocinar y aporte estético, el cobre gana presencia en restaurantes.
“Los propietarios de Vesuvio, ubicado en Santa Fe, decidieron decorar la cocina y la zona donde preparan las pizzas con sartenes y cazuelas para ambientar al estilo de una cocina tradicional”, asegura Jorge Campos, arquitecto especializado en el diseño de interiores.
Otro proyecto reciente es el restaurante Marea, ubicado en la Quinta Avenida de Playa del Carmen, en donde el cobre fue utilizado para destacar la barra del bar, en paneles decorativos de los techos y para forrar paredes de baños. “Eligieron el cobre porque brinda una sensación de calidez, además de que se relacionó con el concepto náutico del lugar. En los buques antiguos se usaba por ser una aleación metálica con poca corrosión”, agrega Campos.
Al colocar un recubrimiento de cobre, “en automático aumenta el valor de la instalación o el objeto. Es un material que tiene un brillo espectacular, una inversión que perdura mucho tiempo, que se puede retransformar. Además, es antiséptico y una excelente alternativa para cocinar por la distribución de calor que aporta”, relata Andrea Amoretti, director de Amoretti Brothers, marca de origen italiano instalada en Tlalpujahua, Michoacán, que diseña y fabrica desde vajillas hasta elementos decorativos artesanales.
“Desde hace un año producimos lámparas de cobre, un material que es muy moldeable y con muchos usos, entre sus ventajas están la estética, la durabilidad y el valor intrínseco; es costoso, pero posee alta calidad, brinda la posibilidad de lograr texturas que con otros materiales no podríamos. En algunos ambientes, como hoteles y restaurantes, da la sensación de estar en casa”, añade Amoretti.
Otra ventaja del cobre es que al aplicar una pátina encima se evita el proceso de oxidación y se mantiene en buenas condiciones por mucho tiempo.