En la oficina, como en casa
El diseño de los nuevos espacios de trabajo sitúa las cocinas como protagonistas, con el objetivo de que el área laboral se sienta como un hogar.
El diseño y el interiorismo han modificado la manera de entender y vivir las oficinas. Los espacios se adaptan a las necesidades de los trabajadores e intentan trasladar parte de la comodidad del hogar a la zona laboral. En las oficinas ahora también se ‘vive’, y áreas como la cocina o la terraza adquieren nuevas funciones y comienzan a ubicarse entre las peticiones de las empresas a la hora de elegir edificios o acometer un proceso de reforma.
“Las oficinas y las viviendas tienen bastantes similitudes: si en tu casa estás cómodo, lo sientes como un hogar, y lo mismo ocurre con los espacios de trabajo”, señala José García, del estudio de interiorismo Dimensi-on.
El objetivo es, por tanto, diseñar oficinas ‘vivibles’ que, sin convertirse en una exten- sión del hogar, ayuden a crear esa sensación de relajación que se siente al llegar a casa. Para ello, el diseño incorpora nuevas estancias, como la cocina o la terraza, en las que se permite desconectar y fomentar el trabajo de manera relajada y altamente productiva, basada en el confort y en las necesidades de los trabajadores.
El proyecto de adecuación de las oficinas de Airbnb, en París, dio un paso más en la concepción del diseño de lugares de trabajo. El espacio se flexibilizó al máximo, se apostó por el modelo de loft para abrir las áreas, y la cocina se convirtió en el corazón de la oficina.
Esta apuesta sigue la tendencia de los nuevos puestos de trabajo y los cambios en el mercado laboral. Cada vez es más frecuente que los trabajadores no posean un espacio asignado, lo que ayuda a potenciar
las relaciones entre los diferentes departamentos. Por ejemplo, la empresa de marketing The Babarian Group centró el diseño de su oficina alrededor de una descomunal mesa llamada Superdesk. Este mueble articula el espacio de la oficina y fomenta el trabajo en equipo, y entre los diferentes departamentos.
Desde Airbnb tuvieron en cuenta esos requisitos. “El diseño promueve la interacción y la creatividad” en el ambiente laboral, señala Rebecca Ruggles, interiorista del equipo de Environments, de Airbnb. La plataforma de alquiler habitacional apostó por algo distinto de lo que diseñó para sus oficinas de San Francisco o Dublín: intentaron crear una auténtica casa.
Así, hicieron de su oficina una vivienda parisina de dos plantas con vestíbulo, salón, biblioteca y cocina en la que conservaron el techo y numerosos rincones poco usuales en un lugar de trabajo. El resultado fue un ático tipo loft con salas de reuniones, espacios de relajación, cocina, cabinas telefónicas privadas y un hospitality lounge, un nuevo lugar de encuentro con los usuarios de la plataforma.
En el sexto piso tiene, además, un luminoso solárium lleno de vegetación, que se inspira en los invernaderos históricos franceses. La compañía incorporó espacios diferenciados en la oficina, adecuados a la forma de trabajar de sus empleados. “No todo el mundo es más eficiente sentado en el mismo lugar todo el día y, por ello, permitimos que sean los propios empleados quienes elijan entre espacios más tranquilos o sociales, así como trabajar en equipo o de forma autónoma”, advierte la interiorista de Airbnb.
Segundo hogar
Esta idea de introducir componentes del hogar en las oficinas va en línea con la importancia que desempeña el trabajo en el día a día. La diseñadora Esther Márquez, del estudio Manuel Torres Design, señala al respecto: “Pasamos 90% de nuestro tiempo dentro de edificios. De este tiempo, pasamos más horas en la oficina que en nuestras casas, por lo que esto hace que sea importante generar diferentes sensaciones dentro de un mismo espacio”.
Esto se traduce en áreas para trabajar, descansar, comer y poder mantener desde una charla con dos personas a una reunión con 15. En esta tarea, el interiorismo ad-
quiere una posición destacada mediante el diseño de los espacios, la elección de materiales, las texturas y los colores.
Si bien las empresas ya apuestan por oficinas de espacios abiertos en lugar de los despachos tradicionales, los expertos consultados señalan en que las peticiones de las compañías aún discurren por otros caminos. “El cliente va un poco por detrás de la tendencia, pero a medida que se rejuvenecen los directivos y las plantillas, las necesidades van cambiando”, advierte el socio y presidente ejecutivo del Estudio Lamela, Carlos Lamela.
Airbnb articuló el diseño de sus nuevas oficinas en la capital francesa alrededor de la cocina, que se transformó, así, en el centro de operaciones en el que los empleados comen juntos todos los días. Con esta idea, la plataforma de alquiler vacacional amplió las funciones de una zona dedicada casi exclusivamente al relax y concebida únicamente como un lugar de paso. “La comida siempre ha sido una manera de romper las barreras y unir a la gente. Allí puedes conocer gente nueva y compartir conversaciones que generen nuevas ideas”, recalca Ruggles.
Estos espacios de relajación cobran cada vez más importancia. La idea es priorizar las zonas en función de las necesidades de los trabajadores y apostar por aquellos que “signifiquen más” para ellos, subraya la interiorista del equipo de Environments de Airbnb.
También las terrazas ganan protagonismo. En la Ciudad de México, por ejemplo, con buen clima asegurado prácticamente todo el año, se convierten en áreas muy codiciadas. El socio y presidente ejecutivo de Estudio Lamela señala que cada vez más las oficinas valoran incorporar una o varias terrazas y diferentes zonas de comida. “En vez de diseñar una zona de comedor principal, se intenta subdividir en espacios más pequeños que recreen esta especie de ambiente familiar”, señala.
El estudio de interiorismo Dimensi-on estima que zonas como las terrazas inciden no solo en la sensación de comodidad de los trabajadores, sino en su productividad. La introducción de ambientes cómodos y relajados extienden la jornada laboral. “Estos espacios son interesantes para los trabajadores y los empresarios, y ayudan a alargar la jornada por la sensación de bienestar”, destaca José García, de Dimensi-on.
Un trabajador pasa más tiempo en la oficina que en su hogar, de ahí la necesidad de crear espacios corporativos que permitan descansar y relajarse, además de trabajar.
El estudio ha trabajado en los últimos meses en el diseño de las oficinas para un grupo de videojuegos y una empresa de publicidad en Madrid. “Diseñamos zonas recreativas y terrazas, y vimos cómo los empleados trabajaban con otro aire, de alguna forma se está buscando la ‘oficina Google’ en todo el sector”, apunta.
Las terrazas y la zona de cocina articulan el nuevo concepto de oficinas y multiplican los espacios de trabajo dentro de una misma zona. Además, ayudan a rebajar la tasa de abandono laboral. Sentirse cómodo en el puesto de trabajo provoca una identificación de la compañía como propia y a formar parte de su filosofía.
Desde el estudio Denys & Von Arend sostienen que el propio diseño de la oficina puede minimizar el estrés laboral. “Gracias al diseño es posible crear una atmósfera propia y única para cada empresa que propicie el sentimiento de pertenencia a la misma y fomente el buen ambiente”, manifiesta la socia fundadora de Denys & Von Arend, Nathalie Denys.
En esta línea también habla Carlos Lamela, quien subraya que la productividad aumenta cuando el traba- jador se encuentra “feliz y satisfecho” en su puesto de trabajo. “El interiorismo interviene de forma radical y un diseño optimista y alegre provoca que los empleados se sientan más cómodos en su oficina”, advierte.
El estudio Manuel Torres Design constata que las nuevas oficinas buscan crear espacios donde se potencie la conversación y la convivencia para impulsar el espíritu de equipo y mantener, además, la productividad. “Una reunión informal en la cafetería puede llegar a ser tan creativa y productiva como largas horas encerrados en una sala de reuniones, y estas áreas pueden adoptar multitud de formas”, sostiene Esther Márquez.
Con esta apuesta por hacer de espacios de relajación y distracción, como la cocina o la terraza, el ‘corazón’ de las oficinas se persiguen lugares de trabajo más humanos, sociales, adaptables y productivos.
Las terrazas y cocinas articulan el nuevo concepto de oficina, y multiplican los espacios dentro de una misma zona laboral.