ONCE TIPOS DE FAMILIA Y SU HABITAR EN 2030
LAS FAMILIAS, MÁS DIVERSIFICADAS QUE NUNCA, BUSCAN ESPACIOS QUE MARQUEN ALGÚN TIPO DE EMOCIÓN O DESEAN QUE TODO SEA HÁBITO, RUTINA Y SEGURIDAD.
BBuscar Busca estar bien y tener lo necesario necesa para lograr una vida estable establ y con futuro es el anhelo d de todas las familias. Las maneras maner de lograrlo varían en función funció de su composición, ya que los intereses, necesidades, emociones y visión de vida son distintos en cada uno de los 11 tipos de familia que propone El Instituto de Investigaciones Sociales, bajo la dirección de Heriberto Lopez Romo.
En 2030 la mitad de la población pertenece a familias no tradicionales pero, para las conformadas por papá, mamá y niños, las formas de convivencia familiar en el hogar tienen cada vez más recursos tecnológicos. Buscan barrios nuevos, pulcros, libres de los avatares del cambio climático, del que cada vez están más conscientes.
En la pareja sin hijos, tanto si se trata de jóvenes como de los casos de ‘nido vacío’, la toma de decisiones se ha complejizado ya que cada vez se coincide menos en tiempo y espacio. No obstante, al tener mejor comunicación, las parejas duran más y por ende sus espacios son más tecnologizados.
La hiperrealidad es una oferta muy apreciada por las familias reconstituidas, ya que pueden construir nuevas experiencias con acceso permanente a formas de uso del tiempo: habitan, estudian, trabajan, experimentan y se divierten en el mismo lugar sin necesidad de grandes desplazamientos o disposición de grandes recursos económicos.
Las parejas del mismo sexo buscar actividades de diversión intensa en casa, modificando sus actividades cotidianas sin tiempos u horarios establecidos. Prefieren espacios urbanos, cercanos a sus actividades, pero no encerrados.
La ingesta de adrenalina sintética o de las diversas variedades de endorfinas representa un reto. La euforia es cada vez más difícil de lograr.
Para las familias de mamá sola con hijos, el mundo ha cambiado mucho porque han decidido conquistarlo sin culpas, con ímpetu de optimismo y unión; ya no sienten que les falta alguien. Sus horarios son difíciles de conciliar porque son hogares multiactividades.
Los núcleos conformados por papá, mamá, niños y otros parientes siguen reuniéndose cada vez que les es posible para experimentar en grupo. Las familias de co-residentes son las que menos coinciden. Se han acostumbrado a vivir en grandes espacios, que desean conservar el mayor tiempo posible, hasta que logren crear comunas a las que pueden llegar otros tipos de familia para asegurar que sus lugares permanezcan por mucho tiempo.
El tiempo libre tiene una buena dosis de anticipación emocional, lo que quita, por una parte, la frustración que se sentía a principios de siglo, al percibir que nunca se tenía tiempo para nada. En este contexto, la familia unipersonal es la que más necesita espacios para la reflexión.
El grupo de papá, mamá y jóvenes ha ganado la posibilidad de identificar opciones y alternativas con sólo desearlo. Son más exploradores y prefieren no estar en casa, son experimentadores por naturaleza y prefieren vivir en el campo.
Las familias de papá e hijos son las que más usan servicios las 24 horas. No les interesa el orden y mucho menos la planeación. Sus espacios son los mejor equipados y prácticos.
El núcleo familiar continúa como la gran base social que se alegra por cada nacimiento de un nuevo heredero del ADN, que se conmueve con expresiones humanas de vida que proyecta un recién nacido (aunque sea concebido in vitro) y que encuentra en el amor su máximo deseo de convivir 24 por 7, los 365 días de cada año.
Para planear las ciudades del futuro es necesario tomar en cuenta la inequidad, sustentabilidad y prosperidad, aseguran expertos del tema.
Diane Davis, jefa del Departamento de Planeación Urbana y Diseño de la Universidad de Harvard, dice que es necesario lograr un esfuerzo conjunto entre los actores del mercado y planeadores e ingenieros.
“Las ciudades tienen tantos problemas de sustentabilidad porque crecen muy rápidamente y se densifican, que es bueno, pero con frecuencia los actores del mercado trabajan sin la intervención de planeadores u otros expertos”, expone.
En entrevista con Obras, Davis puntualiza que es necesario usar la creatividad para evitar demasiados edificios verticales.
“La densidad de las ciudades es importante y tiene que ocurrir. El problema son los actores del mercado, porque ellos quieren construir más alto y con mayor costo para la gente con más recursos. El reto es cómo crear densidad sin demasiada verticalidad y tener una buena calidad de vida”, afirma.
Para evitar que los asentamientos irregulares en zonas inhóspitas crezcan, Alfonso Iracheta, investigador de El Colegio Mexiquense, propone acercar empleos y equipamiento necesario a las periferias donde se ubica la vivienda.
Mayra Herrera, directora de Investigación e Innovación de El Instituto de Investigaciones Sociales, asegura que “el problema serán las enormes brechas, por una parte mucha tecnología que administra los recursos de comunas inteligentes que viven en la abundancia, y, por otra, escasez de infraestructura y servicios que no fueron debidamente previstos años atrás”.
En cualquier escenario, el aspecto ambiental será crítico. El parque vehicular crece a una tasa de 7% anual, mientras la infraestructura vial lo hace por debajo del 2%.
Iracheta opina que se debe penalizar el automóvil y privilegiar el transporte público. Herrera prevé que se presente una migración de las megaciudades a urbes pequeñas que ofrecen una mejor calidad de vida. Esto porque las primeras tenderán a convertirse en espacios algorítmicos que dejan del lado el aspecto humano.
Entre 5 y 10 millones de turistas al año sobrevolarán la órbita de la Tierra en 2030, según la Japanese Rocket Society, mientras que de 50,000 a 100,000 aprovecharán aquellas estaciones planeadas por Bigelow o Axiom, así como algunas locaciones de lujo en la Luna.
Para Elon Musk, de Space X, “hay dos direcciones. O nos quedamos en la Tierra y eventualmente nos extinguimos, o nos convertimos en una especie multiplanetaria”, expuso durante la presentación de su plan en Guadalajara.
Mientras tanto, Bezos con su compañía Blue Origin busca perfeccionar su sistema de lanzamiento reutilizable New Shepard para asegurar el mercado de los vuelos suborbitales.
Para las empresas Bigelow Aerospace y Axiom Space, el espacio representa una oportunidad única, el establecer sus propias estaciones espaciales privadas, que fungirán como hoteles de “mil estrellas” en los próximos años.
Si bien en 2001 el primer turista espacial Dennis Tito pagó 20 millones de dólares por estar ocho días en la Estación Espacial Internacional, hacia 2030 el desarrollo de la tecnología y el abanico de empresas explotando este nuevo territorio permitirá que los precios bajen. Sin embargo, siempre estarán enfocados en el 1% de la población con tiempo y dinero, señala el reporte de Turismo Espacial 2018 de la Space Travel Consultants International.