SENTIDO COMÚN, EL TALENTO MÁS PRECIADO E
EL EXPERTISE MÁS VALOR ADO EN EL FUTURO TIENE QUE VER MÁS CON DESTREZAS SOCIALES QUE CON TÉCNICAS.
En el futuro el mercado laboral premiará a quienes demuestren adaptación. “Las mentes fijas serán reempladas por las máquinas, a excepción de las personas con mentalidad de crecimiento en contextos automatizados. Se necesita, incluso, más personas con sentido común”, precisa Bob Kegan, uno de los autores del informe El futuro del trabajo, del Instituto Mckinsey.
Tiene que ver más con destrezas sociales que con técnicas, admite Antonio Morfín, director del Centro de Alta Dirección en Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac.
En el panorama futuro, las carreras orientadas a los campos de ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas tienen una perspectiva importante. Los empleos en estas profesiones crecen, a nivel global, alrededor de 7.9% respecto a 2.6% de otras actividades, según el informe Good Jobs Now and for the Future, del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos de América.
El reporte Revolución de Habilidades 2.0, de Manpower Group, revela que manufactura y producción serán punteros en la creación de trabajos, y son los que más invierten en entrenar habilidades digitales.
Los trabajadores front-line que pueden comunicarse, re- solver problemas, comprender nuevas tecnologías y sistemas, son el perfil más peleado en los siguiente años, señala Javier Vargas, vicepresidente Regional para América Latina de Right Management, firma filial de Manpowergroup.
Aquí las 10 habilidades que demandará el futuro, según el Instituto del Futuro:
1. Generador de valor. Capacidad de determinar por qué existe mayor significado en tomar una decisión que otra.
2. Inteligencia social. Capacidad para conectarse con los demás y detectar y estimular reacciones e interacciones deseadas.
3. Pensamiento adaptativo. Consiste en dar soluciones ante hechos inesperados.
4. Capacidad intercultural. Esta persona entiende las conductas que permiten crear negocios con mayor rapidez. 5. Pensamiento tecnológico. Traduce grandes cantidades de datos en información para la toma de decisiones. 6. Los new media. Así se conocerá a las personas que evalúen
críticamente y desarrollen contenido a través de nuevos canales de comunicación.
7. Gestión cognitiva. Tiene que ver con discriminar información con técnicas cognitivas para influir en los clientes. 8. Colaboración virtual. Capacidad para trabajar y conducir participación como integrante de un equipo virtual. 9. Servicio al cliente. Cualidad para generar esquemas de comunicación para llegar a compradores y empleados. 10. Organización y gestión de tiempo. Habilidad para gestionar el tiempo y dar soluciones de otro tipo de valor.
EEn 2030 habrá más profesionales interesados en gestionar por cuenta propia proyectos, pero también se les exigirá cualidades difíciles de lograr, señala Thomas Frey, futurólogo y autor del libro Comunicándose con el futuro. El experto estima que desaparecerán 2,000 mi- llones de empleos, entre reducción de actividades y cambios en la forma como se concibe un trabajo, es decir, laborar directo en oficina.
Mientras las startup y los emprendimientos, impulsados por las nuevas tecnologías, la expansión de las redes sociales y la globalización tanto de los negocios como del acceso al financimiento, se visualizan como tendencia, según un estudio de la consultora Pricewaterhousecoopers (Pwc).
Si bien el surgimiento de startups tuvo su cuna en Silicon Valley (Estados Unidos) e Israel, ahora “no es extraño encontrar compañías de este perfil en otros lugares del mundo. Quienes optan por esta vía son “profesionales altamente formados”, con experiencia, que “buscan un proyecto que les atraiga”y les permita desarrollarse personalmente. Se trata de “profesionales centrados en resultados para quienes la jerarquía no es un valor clave”.
Entre sus cualidades, Frey menciona la de ser un maximizador, tener capacidad para aprovechar al máximo las oportunidades en la empresa, con menos desperdicio de recurso.
Pwc explica que estos profesionales buscan desarrollar sus proyectos personales y profesionales en su trabajo, y se convierten en “protagonistas” de su carrera profesional”, creando sus propias compañías o planteándose trabajar en empresas que les permitan ese desarrollo, lo que impulsará un nuevo concepto: “Las empresas de alto potencial”.