Solución salobre
La desalinización puede ser una alternativa para el abasto de líquido para consumo humano, agrícola e industrial.
Dentro de 12 años, la demanda de agua potable en el territorio nacional superará entre 25 y 40% la capacidad instalada para el suministro del líquido, de acuerdo con la Agenda del Agua 2030 de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Una de las soluciones técnicas previstas para solucionar el problema es la desalación de agua salobre. Según cifras del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) hay 436 plantas desalinizadoras en el país, la mayoría dedicada al sector turístico.
Baja California y Quintana Roo, dos de los estados con mayores retos en el suministro de agua, poseen el mayor número de plantas y tienen en proceso la construcción de nuevas instalaciones.
En el norte del país, en el municipio de Rosarito, mediante una Asociación Público Privada se construye la planta más grande del continente, por su capacidad de producción de 4.4 m3 por segundo, explica Milton Rubio, director de Aguas de Rosarito, el consorcio ganador de la licitación pública. Este proyecto contará con una inversión de 500 millones de dólares y abastecerá agua potable a Rosarito y Tijuana y para uso agrícola al valle del Mezquital y de Guadalupe.
Por su parte, en el sureste, la concesionaria Aguakan puso en marcha en el primer trimestre de este año dos plantas para abastecer a Playa del Carmen. Con una inversión de 85 millones de pesos, cada planta tiene una capacidad de 0.05 m3 por segundo.
El proceso más utilizado en el mundo para desalinizar el agua es la ósmosis inversa, que por medio de membranas semipermeables separa el líquido de las sales y otros residuos.
Germán Dévora Isiordia, investigador del Instituto Tecnológico de Sonora, explica que este proceso ha cobrado importancia, entre otros aspectos, “por ser el más eficiente en la recuperación de agua y su bajo costo energético”.
Sin embargo, la principal desventaja de la desalinización es la cantidad de salmuera generada y su impacto ambiental. Dévora Isiordia subraya la importancia de regular la disposición de estos residuos y en el caso estudiado la operación de una granja acuícola de camarón.
Por ello, el auge de la desalinización como fuente de agua debe ir acompañado de planificación para el uso y la disposición de la salmuera.