Una apuesta por el mercado nacional
dice un viejo proverbio que un emprendedor ve oportunidades donde otros ven problemas. Y eso es exactamente lo que está haciendo Techint, ahora que el gobierno estadounidense impuso un arancel de 25% al acero proveniente de México, Canadá y la Unión Europea, y ahora que México respondió con un impuesto.
A pesar de que el conflicto del acero se avecinaba, el grupo ítalo-argentino Techint y su subsidiaria Ternium –el segundo mayor fabricante de acero en México– invirtió 1,100 millones de dólares en 2017 para construir una planta en Pesquería, en Nuevo León. Y en 2019 reinvertirá 1,400 millones de dólares para duplicar su capacidad.
La compañía cree que la guerra comercial incrementará en México el consumo de acero que se pueda conseguir dentro del país. “Las limitaciones que están poniendo las principales economías al acero harán que las importaciones se sustituyan por producto local”, destaca César Jiménez, presidente ejecutivo de Ternium en México. “Nuestras inversiones están enfocadas en abastecer una demanda de productos y servicios cada vez más sofisticados”, añade.
Los mayores consumidores de acero en la región son la industria de la construcción, los fabricantes de equipo y maquinaria y la industria automotriz. “Hay un mercado muy grande en México, y nosotros queremos ponernos al frente con las inversiones que estamos realizando”, dice el directivo de Ternium. Esta firma ya provee el 20% del acero que consume la planta de la surcoreana KIA, ubicada a un costado de su complejo en Pesquería.