Renovación compartida
Gracias a su transformación, el modelo de tiempos compartidos en México sigue impulsando al mercado turístico.
El nuevo modelo de tiempos compartidos impulsa el turismo nacional.
Después de una pérdida inicial de prestigio, el modelo de tiempos compartidos ha llegado hasta la cima, convirtiendo a México en el segundo mercado con más facturación, después de Estados Unidos.
“Se ha formado una industria interesante que cuando iniciaba era enemiga de los hoteles, y ahora es uno de los elementos clave para generar utilidades a los hoteleros”, menciona John Mccarthy, socio fundador de la consultora Leisure Partners.
El primer cambio que vio el segmento fue dejar de lado la semana fija, para que los socios pudieran usar su propiedad en cualquier momento. El siguiente fue la aplicación de un sistema de puntos, que el socio acumulaba y que después podía cambiar por estancias, expone Juan Ignacio Rodríguez, vicepresidente senior de Desarrollo de Negocios y Operaciones de RCI Latinoamérica.
El cambio más radical fue cuando los grupos hoteleros comenzaron a implementar esto en sus clubes vacacionales, y permitir a sus socios usar los puntos en cualquiera de sus propiedades, añade.
Con esto, grupos como AM Resorts o Posadas tienen en sus portafolios propiedades que les generan ingresos y ayudan a amortiguar los altibajos del sector. En el caso de Posadas, el programa de club vacacional cerró 2017 con más de 30,000 socios y un incremento de 18% en ingresos.
En los últimos cinco años, la industria de propiedad vacacional ha crecido a una tasa promedio de 5% anual. “Esto te da la dimensión de que más allá de los baches político-sociales y de lo que pase en el entorno internacional, los tiempos compartidos siguen siendo un pilar del turismo en México”, explica Rodríguez.
De acuerdo con datos de RCI, México registró ventas por 4,570 millones de dólares en 2017, lo que significó un crecimiento de 8% respecto al año previo. Sólo este esquema vacacional significa 43% de la oferta inmobiliaria turística del país.
Cerca de 86% de las ventas se realiza a viajeros de Estados Unidos y Canadá, y los principales destinos son Cancún y Riviera Maya con 58% de la oferta, seguido por la zona de Cabos y Puerto Vallarta y Riviera Nayarit y Mazatlán.