Precario, el tratamiento de agua en municipios
Más de la mitad de las descargas en México contaminan los cuerpos de agua, pues se carece de suficientes plantas para tratarla y reusarla.
En México más de 70% de los cuerpos de agua están contaminados, debido a que 52% de las aguas residuales se descarga sin tratamiento, afirma Óscar Monroy, profesor-investigador del Departamento de Biotecnología de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y es que según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los 2,457 municipios y delegaciones en nuestro país, sólo 827 cuentan con servicio de tratamiento de aguas residuales (PTAR) municipales.
El inventario nacional de PTAR en operación 2015 señala que al cierre de ese año el país contaba con 2,477 instalaciones con una capacidad instalada de 177,973.58 l/s y un caudal tratado de 120,902.20 l/s.
Sin embargo, de acuerdo con el documento “Contraloría social al programa de tratamiento de aguas residuales”, de agosto de 2017, muchas de las plantas no funcionan, otras operan pero no limpian el agua adecuadamente, y muchas de ellas han rebasado su tiempo de vida útil. Monroy, quien participó en el proyecto de contraloría social, señala que de las 2,342 plantas reportadas en 2012, ni siquiera 10% funciona adecuadamente.
Para Gerardo Garza, director general de Servicio de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), la situación actual es precaria: “el porcentaje de cobertura de saneamiento tendría que ser mucho mayor, hay comunidades que no tienen un tratamiento adecuado de sus aguas residuales”. Para revertir esta situación, el funcionario opina que es imprescindible darle un segundo y hasta un tercer uso al agua.
Monroy recomienda que las plantas de tratamiento sean más pequeñas y versátiles, con vida útil de 10 años para, pasado ese tiempo, reconstruirlas con nuevas tecnologías y sistemas de tratamiento que respondan a las necesidades actuales. “Tenemos que tratar el agua de manera descentralizada y segregada”.
“Se requiere planeación a largo plazo. Desde la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debe salir una señal de que nos vamos a abocar al tratamiento, y los municipios deben asumir la responsabilidad de tratar sus aguas, porque es una caja chica, una manera en que entra dinero al municipio y no hay obligación de demostrar que se está limpiando el agua”, agrega el investigador.
Garza también hace un llamado: “el gobierno federal tendría que incentivar a los estados que cumplen de manera cabal con su función y la erogación de los recursos que se les asignan, para con ese incentivo seguir operando las plantas y evitar extraer más agua de los acuíferos, porque la solución está en las plantas de tratamiento”.
¿Qué está haciendo Monterrey?
Gerardo Garza, director general de SADM, explica que 100% de las aguas negras del municipio son tratadas, y de esa agua, por convenio, mandan un porcentaje al distrito 016 de riego de Tamaulipas, quedando alrededor de 3.5 m³/s, de los cuales 1.2 m³/s son usados por la industria, y esperan pronto colocar los 2.3 m³/s restantes.
Asimismo, fortalecieron el departamento de Control de Descargas, encargado de poner en orden a la industria para hacer más eficiente el pretratamiento del agua industrial. “Es una labor titánica porque el universo es muy grande, pero ya estamos trabajando en ello”, afirma Garza.
Hace tres años el departamento contaba con tres personas, hoy tiene 26, de las cuales 16 están certificadas por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), y tienen planeado certificar a todo su personal, además de incrementar el número a 45 personas, distribuidas en toda la mancha urbana.
En el municipio, las plantas nuevas (de 20 l/s) se construyen con lineamientos de bajo consumo de energía y uso de energía renovable, además de usar tecnología de proceso dual combinado aerobio y anaerobio para no producir lodos, lo que reduce el costo de mantenimiento. Para disminuir el pasivo ambiental tienen una planta de secado térmico de lodos. El lodo seco en forma de pellets puede ser utilizado en la construcción o como combustible.
PLANTAS NUEVAS
Algunas son más pequeñas, y el agua tratada tiene diversos usos.
BAHÍA DE BANDERAS, NAYARIT
Inversión: 245 mdp Inauguración: 2018 Esta planta de tratamiento tiene una capacidad de 600 litros por segundo (l/s), y funciona mediante un proceso biológico secundario de lodos activados con desinfección basada en radiación UV. Los lodos se tratan en la misma PTAR con un equipo deshidratador, por lo que no genera malos olores. Abastece diariamente más de 51,840 m ³ de agua tratada al dren Las Mesas y realiza el saneamiento de las aguas negras de Bucerías, Mezcales, Santa Rosa, Valle de Banderas, El Porvenir, San Vicente y la Cruz de Huanacaxtle, beneficiando a 100,000 habitantes.
COCHOAPA, GUERRERO
Inversión: 25 mdp Inauguración: 2017 Construida bajo la modalidad de humedales, tiene una capacidad de tratamiento de seis litros por segundo, y su operación y mantenimiento son de bajo costo debido a que la energía eléctrica requerida se genera por medio de paneles solares. La planta tratará 95% de las residuales de la localidad e incorporará a cerca de 2,600 habitantes a los servicios de saneamiento.
HERMOSILLO, SONORA
Inversión: 1,119 mdp Inauguración: 2017 La planta tiene cinco módulos que tratan 2,500 l/s mediante un tratamiento biológico aeróbico a nivel secundario por lodos activados; 60% del agua tratada será utilizada en la agricultura, y el resto se reutilizará en actividades productivas, industriales, servicios municipales y para recarga del acuífero.
CORREGIDORA, QUERÉTARO
Inversión: 280 mdp Inauguración: 2017 Se rehabilitó una planta que era anaerobia transformándola en aerobia, lo que elimina los malos olores. El tren de tratamiento 1 tiene un tanque de 17,000 m ³ con capacidad para tratar 200 l/s, y cuenta con dos reactores biológicos y dos sedimentadores. Beneficia a 28,000 personas directamente y a 320,000 de manera indirecta. Adicional, el agua tratada será vendida para actividades industriales y agrícolas.
TONALÁ, CHIAPAS
Inversión: 74 mdp Inauguración: 2018 La obra se construyó para sanear 85% de aguas negras en la cabecera del municipio de Tonalá y con ello abastecer a más de 35,000 personas. Cuenta con dos colectores, sedimentador, cárcamo de bombeo, pretratamiento y lechos de secado, y funcionará mediante un proceso de reactor anaerobio de flujo ascendente.