Uber acuático, ¿más efectivo contra el tráfico?
La congestión vial pone de nuevo en el mapa las rutas acuáticas urbanas.
A pesar de ser la ciudad más antigua de Canadá, en años recientes la isla de Montreal se ha convertido en una suerte de experimento para nuevos formatos de movilidad en el agua.
Desde hace tres años –y hasta 2021–, la ciudad se enfrenta a varios cuellos de botella viales causados por diversas obras de infraestructura. Sin embargo, Valérie Plante, alcaldesa de Montreal, explicó a Obras que el plan de movilidad de la isla también contempla añadir vías acuáticas para aprovechar los 600 kilómetros del canal marítimo San Lorenzo y así mejorar el flujo vial.
Aunque el aprovechamiento de vías acuáticas es una opción limitada a ciudades como Venecia, Chicago, Montreal o Nueva York, que al ser urbes grandes y vialmente saturadas resultan eficientes campos de experimento para desarrolladores que intentan incorporar dichas rutas como parte del ecosistema de movilidad diario.
Anders Bringdal desarrolló la startup Sea Bubbles, una suerte de Uber acuático que opera como un vehículo eléctrico, de forma similar a una cápsula, y que se solicita a través de un smartphone para hacer recorridos cortos dentro de las ciudades. “La premisa es descongestionar las ciudades que sufren mucho por el tráfico, reducir la contaminación al usar las vías acuáticas y usar vehículos 100% eléctricos para aprovechar la ciudad completamente”, explica Bringdal a Obras.