Vivienda flexible
A cuatro meses de lanzar Cambiavit, cerca de 10,000 derechohabientes se muestran interesados en cambiar de casa sin haber finiquitado su hipoteca.
La movilidad laboral, la transformación de la estructura de los hogares y el incremento del tiempo para trasladarse entre la casa y el trabajo obligaron al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) a lanzar Cambiavit en mayo de este año, un programa de movilidad hipotecaria que permite a quienes estén pagando su crédito optar por un cambio de casa o una ampliación de su financiamiento para modificar la vivienda.
A septiembre de 2018, con cuatro meses de operación, 10,000 acreditados ya manifestaron su interés, y el instituto estima que al menos 15% cubre los requisitos.
“Creer que las necesidades de una familia permanecen estáticas durante más de dos décadas es un error, e Infonavit debía crear una alternativa para poder cambiar de casa, aun sin terminar de pagar una hipoteca”, señala a Obras José Luis Antón, subdirector general de Comunicación del Infonavit.
Alfonso Iracheta, investigador de El Colegio Mexiquense, coincide en que “cada día es más importante un mercado secundario de vivienda, en el que la casa que compré se la puedo entregar a alguien para adquirir una nueva en otro lugar”, señala.
El universo de posibles beneficiarios se estima en 1.7 millones de derechohabientes. Para acceder a Cambiavit, los derechohabientes deben haber pagado al menos 15% de su crédito, no haber reestructurado su financiamiento y contar con recursos para gastos notariales, impuestos y derechos por compraventa.
Para el cambio de casa, los interesados deben cubrir la diferencia entre el costo de la nueva vivienda y la actual que puede ser menor, mayor o de igual valor, y contar con un comprador para su vivienda actual.
Más mercado
Esta nueva estrategia abre las puertas a un mercado inmobiliario más dinámico, explica Misael Mora, gerente digital de Rankia México, quien señala que el programa da flexibilidad a la cartera del Infonavit y sería especialmente útil para quienes compraron viviendas en zonas conurbadas.
Este factor es clave, ya que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población, hay ocho millones de empleados que trabajan en un municipio diferente al de su lugar de residencia. “Antes tener un crédito del Infonavit significaba una especie de ancla, no tenías facilidad para cambiar”, precisa Mora.
Desde la perspectiva de los desarrolladores, explica Antón, del Infonavit, el programa dinamizará el mercado secundario de vivienda y la colocación de créditos. El instituto calcula que en un plazo de cinco a ocho años se obtendrán ingresos por 40 millones de pesos gracias a Cambiavit.
Además de responder a la nueva realidad de las personas, Cambiavit da certeza jurídica a los traspasos que ya realizaban los acreditados, permite conservar el derecho a un segundo crédito y puede transferirse a pesos para quienes tienen sus hipotecas en número de veces de salario mínimo.