Un edificio transparente

Los arquitectos de Richard Meier & Partners diseñaron la Torre Cuarzo, en la Ciudad de México, pensando en un espacio público.

Los arquitectos del despacho Richard Meier & Partners diseñaron la Torre Cuarzo, en Ciudad de México, con la idea de traer la vida urbana al edificio, explica Bernhard Karpf, asociado del despacho. Por eso, la gran plaza que conecta el complejo se llama ‘Zocalito’. “Los ascensores van directos a la plaza desde el exterior; está pensado como un lugar muy agradable para que la gente baje a comer y estar ahí. Nuestra esperanza es que pueda ser otro espacio público dentro del edificio”.

El desarrollo cuenta con una torre principal para oficinas, restaurantes, un centro deportivo y estacionamientos, y una torre complementaria que albergará un hotel.

Preocupado del consumo de este tipo de edificios, Karpf destaca el espacio vacío que se encuentra en el centro de la torre, con el que buscaron canalizar la luz para generar ambientes más productivos en las oficinas.

Otro de los sellos de identidad del despacho es que “estés donde estés en el edificio, tienes una conexión visual con el exterior. Te sientes conectado, incluso aunque estés dentro. Esto hace que no sea difícil ubicarse”, añade Karpf.

Luz. Los arquitectos quisieron dejar un espacio vacío en el centro para que la luz llegara al interior y tener espacios más productivos. Estacionamiento. Aunque mantienen el mismo diseño, los primeros nueve pisos son estacionamientos, con una capacidad para 1,500 vehículos.

Vidrio. El edificio posee cristales distintos, según la orientación norte o sur de cada fachada, para controlar la luz y el calor que entra por cada una. Transparente. Toda la estructura es visible desde la fachada. “Si te acercas, puedes ver cómo está hecho y cómo funciona”. El ‘Zocalito’. La plaza que conecta la torre principal con el hotel está diseñada para que funcione como un espacio público.