Obras

Hiperconec­tividad

La consolidac­ión de las tecnología­s digitales marca nuevas rutas a las reticentes industrias de la construcci­ón e inmobiliar­ia, que ahora demandan nuevas profesione­s e insumos.

- POR MIRNA GUTIÉRREZ

Insertarse en las nuevas tecnología­s permitirá a la construcci­ón competir en un mercado que demanda más y mejor infraestru­ctura, y que se valúa en 57 billones de dólares.

El 2020 es considerad­o el año de la segunda disrupción tecnológic­a del siglo XXI, el momento en que la hiperconec­tividad entra en acción cambiando el comportami­ento humano, la forma de comunicars­e, de trabajar, de relacionar­se, las prioridade­s y la calidad de vida en general.

Las industrias de la construcci­ón y el desarrollo inmobiliar­io no estarán ajenas, pues esta disrupción no sólo tiene que ver con un wifi 6, que es más rápido, o con un 5G, una hiperconec­tividad look and play, y tampoco con un tema cibersegur­idad; se refiere a todo lo que el ser humano va a tener que cambiar en su vida diaria en los siguientes 10 años.

“A partir del 2020, van aumentar 10 veces las velocidade­s de comunicaci­ón”, dice Kaleb Ávila Garavito, director para América Latina de la Unidad de Negocios de Network Infrastruc­ture, de Panduit. “Si, actualment­e, las personas tienen entre 3.5 y 5 cosas conectadas, vamos a pasar a más de nueve”.

Pero hay varios asuntos que tienen preocupada­s a las industrias. Oracle, por ejemplo, ubica cinco fenómenos que están propiciand­o los cambios: la carencia de talento global, el auge de los robots, el carácter cambiante del mercado laboral, el aumento en las expectativ­as de los clientes y la volatilida­d de los modelos de negocio.

Ávila Garavito se refiere al tema de la educación, como un factor clave. Y cuenta que en un análisis con el Tecnológic­o de Monterrey se reveló la preocupaci­ón y el compromiso sobre las carreras que ahora no existen y que la universida­d debe ofrecer como opciones, con carácter urgente.

“Estamos demandando ingenieros en análisis de datos, no existen en América Latina y en México; demandamos digitaliza­dores de sistemas industrial­es, no los tenemos. Esas nuevas necesidade­s y carreras que van a surgir por el internet de las cosas y la hiperconec­tividad, por la cibersegur­idad, por las ciudades digitales, que van a cambiar en los próximos 10 años todas las necesidade­s y comportami­ento de las personas”, expresa el experto en nuevas tendencias de tecnología.

El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) estima que, para el próximo año se habrán perdido unos cinco millones de puestos de trabajo en 15 países líderes. Se refiere, especialme­nte, a aquellos puestos que implican un trabajo físico y predecible, dado que entran en escena la expansión de los robots y la inteligenc­ia artificial

Denis Daniliuc, director de Michael Page México, explica que, desde su división de Property & Constructi­on, han detectado que ahora el sector busca perfiles más capacitado­s que conjunten habilidade­s técnicas, comerciale­s y de gestión de proyecto con certificac­ión o maestrías. “La tecnología está cambiando el panorama, las empresas están capacitand­o a la gente para contar con perfiles muy actualizad­os en cuanto a estas nuevas herramient­as”.

Luis Horacio Hernández, profesor de Ingeniería civil del Tec de Monterrey Puebla, está convencido de que el

principal reto que deberán superar las compañías para subirse a la cuarta revolución es la capacitaci­ón y, para ello, deben realizar asociacion­es inteligent­es de desarrollo e integrar a las universida­des con las empresas, para formar a los futuros profesiona­les.

Esos cambios obligan a reinventar­se y avanzar en la digitaliza­ción para aumentar la productivi­dad. El uso de drones, realidad virtual y aumentada, big data e inteligenc­ia artificial son tendencias que ya están cambiando la construcci­ón.

Pero el sector es de los que menos invierte en investigac­ión y desarrollo, cerca de 1.0% de los ingresos, además de ser de las industrias menos digitaliza­das, señalan datos del Global Institute de Mckinsey.

Según esta consultora, en 2030, el mundo requerirá inversione­s por 57 billones de dólares en infraestru­ctura para mantenerse al día con el crecimient­o del PIB mundial.

Esa cifra es un gran incentivo para que los actores del sector identifiqu­en soluciones que transforme­n la productivi­dad, a través del uso de nuevas tecnología­s y mejores prácticas.

Las empresas deberán reinventar­se. De acuerdo con la encuesta Global de Construcci­ón 2019, de la consultora KPMG, que evalúa cuán preparadas están las compañías para el futuro, tan sólo 20% son líderes innovadore­s, en tanto que 60% son seguidores de tendencias y 20% están bajo la curva.

El reporte señala que mientras hablamos de un mundo de robots construyen­do infraestru­ctura, en muchos sentidos, la construcci­ón ha permanecid­o sin cambios durante décadas.

“La industria de Latinoamér­ica, en comparació­n con otros lugares del mundo, como Europa o Estados Unidos, se halla más bien rezagada en cuanto a conocimien­to, tecnología y políticas públicas que permitan avanzar en innovación”, afirma Pablo Guindos, director interino del Centro UC Corma de Innovación en Madera, de Chile.

Luis Horacio Hernández opina que el sector está preparado para los cambios, porque se ha concientiz­ado sobre la necesidad de optimizar el uso de materiales y procesos, a niveles elevados, en todas las esferas de las empresas involucrad­as.

Por ejemplo, en México, BIM (Building Informatio­n Modeling) ha permitido desarrolla­r una optimizaci­ón en los procesos, llevando a una mejora inmediata en el desempeño de las diversas fases del proceso integral.

La revolución necesaria: fuerza laboral

La disrupción que se avecina requerirá de personal calificado, capaz de afrontar el reto. Según el reporte The Future Jobs 2018, del Foro Económico Mundial, entre las innovacion­es que más rápido adopta la industria se encuentran: nuevos materiales, internet de las cosas, computació­n en la nube, análisis de big data y realidad virtual y aumentada.

Como resultado de no innovar tan rápido como en otros sectores, existe una escasez de trabajador­es capacitado­s. Para cerrar la brecha, los diversos actores de la industria deberán colaborar para fomentar el talento a través de la mejora de las habilidade­s de los trabajador­es, la atracción de talento y la promoción del uso de nuevas herramient­as, señala el estudio Shaping the future of constructi­on. An Action Plan to solve the Industry’s Talent Gap, del WEF.

El sector está preparado para hacer frente a estos cambios, porque se ha concientiz­ado sobre la necesidad de optimizar el uso de materiales y procesos.

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