Antonio Toca
El mayor problema urbano es lograr que nuestras ciudades sean compactas, seguras y sustentables.
Desde 1985, la ONU designó el primer lunes de octubre como el Día Mundial del Hábitat. En su reporte ‘Mundial de Ciudades 2016’ señaló que el modelo de urbanización actual es insostenible y, en septiembre de 2019, alertó sobre la emergencia climática a nivel mundial (urbantransitions.global/urban-opportunity/).
El informe, realizado con la colaboración de más de 50 organizaciones, es el más completo que se ha hecho. Detalla tanto esos peligros como los beneficios económicos y sociales que representan las ciudades más compactas, las que pueden abatir los niveles de contaminación, que son ya una emergencia climática. Además, presenta acciones para que los gobiernos federal, estatales y municipales promuevan la reducción de hasta 90% de esas emisiones.
A nivel mundial, los más grandes contaminadores son China y Estados Unidos, cuyo gobierno ha negado el cambio climático, aunque los cuatro años pasados fueron los más calurosos que se han registrado, y la temperatura en los polos ha aumentado 3 °C desde 1990.
En México, 75 millones de habitantes viven en 74 zonas metropolitanas que generan 80% de la actividad económica y producen más de tres cuartas partes de la contaminación. Es en esas zonas donde se deben realizar acciones de prevención en los edificios, los que representan 58% de las emisiones contaminantes, 21%, el transporte, 16%, los procesos de fabricación, y 5%, por la basura.
El costo de las acciones de prevención de esa contaminación se puede recuperar en menos de cinco años, y generaría miles de nuevos empleos, además de mejorar, sensiblemente, la calidad de vida de la población.
Más de 10,000 ciudades y gobiernos locales se han comprometido a reducir las emisiones de contaminación, incluyendo México; es fundamental promover que los gobiernos locales y federal actúen para lograrlo. Aunque esa tarea sólo será posible si se cuenta con la colaboración de organizaciones sociales.
Si bien las ciudades generan la mayor cantidad de contaminantes, también son la mayor posibilidad de reducirlos drásticamente. A nivel mundial, la expansión sin control ha causado graves problemas en los niveles de contaminación ambiental. Y, en México, esa acelerada expansión ha aumentado la congestión del tráfico motorizado, ha provocado que los costos de las infraestructuras y servicios se incrementen, y ha segregado socialmente a las periferias; el número de habitantes aumentó, en promedio, dos veces, y la superficie urbana, 10 veces. El mayor problema urbano que enfrentamos es lograr que nuestras ciudades sean más compactas, seguras y sustentables.
El gobierno federal debe aprovechar la oportunidad de actuar para reducir las emisiones contaminantes. Si lo hace, en la próxima década tendremos mejor calidad de vida, si no, serán más graves los problemas ambientales.
Las principales acciones son: estimular la generación de energías renovables (solar y eólica); reducir el consumo energético en edificios, transporte y en procesos de fabricación –eficientando su operación y mantenimiento–, y promover el financiamiento público y privado. En este tema, el Fondo Metropolitano es una de las alternativas para que los estados realicen obras y programas con estos objetivos.
El mayor problema urbano que enfrentamos es lograr que nuestras ciudades sean más compactas, seguras y sustentables”.