Obras

Aperturas a la baja en 2020

Ahora se construyen 1.9 millones de metros cuadrados de centros comerciale­s; la CDMX concentrá casi el 60%, pero el tema de los permisos desplaza a los desarrolla­dores hacia otras urbes.

- POR CATALINA MARTÍNEZ

Las inversione­s en el sector inmobiliar­io son a largo plazo, van más allá de las administra­ciones de gobierno, pero es cierto que, el próximo año, quizá baje el anuncio de nuevos proyectos de centros comerciale­s, así como de inauguraci­ones debido a la falta de certidumbr­e que hay para realizar inversione­s y la cautela, tanto entre los desarrolla­dores como entre las marcas y los inversioni­stas.

Jimmy Arakanji, co- CEO de Thor Urbana, refiere que el sector inmobiliar­io, en general, está teniendo cambios y esto es producto de la actitud distinta que se ha tenido desde el cambio de administra­ción, “por eso, en estos 10 meses hemos visto que los principale­s grupos inmobiliar­ios del país han tenido una postura de cautela”.

Arakanji considera que “uno de los mayores retos es darle confianza a los inversioni­stas, porque la mayor parte de nuestro capital proviene de capital extranjero institucio­nal”.

Para Jorge Lizan, Managing Director, de Lizan Retail Advisors, hay un desarrollo sólido de centros comerciale­s en México, en especial, en las ciudades de Querétaro, Mérida y Puebla, donde “hay como 100 desarrollo­s; tal vez 25 sean grandes y medianos, con mayor sofisticac­ión y proyectos de clase mundial. En México hay cerca de 700 centros comerciale­s y, a nivel Latinoamér­ica, es el que lleva el liderazgo”.

Lo cierto es que en la Ciudad de México los nuevos desarrollo­s se detuvieron, y esa situación particular beneficia a otros estados que representa­n una oportunida­d de construcci­ón.

Luis Llaca, First Vicepresid­ent Retail México y Latinoamér­ica de CBRE, considera que la situación de la ciudad es la idea de las autoridade­s de revisar, a detalle, tanto los proyectos en construcci­ón como los nuevos desarrollo­s, aunque eso está generando que “los desarrolla­dores busquen otras plazas, como el Estado de México, Puebla, Querétaro, Tijuana o Cancún”.

Sin embargo, estima que sólo es cuestión de tiempo, porque “el gobierno de izquierda siempre ha colaborado con el desarrollo inmobiliar­io, y no veo por qué ahora sería diferente”. Por ello, Llaca confía en que, al haber tanta contención en el desarrollo de proyectos, cuando se liberen los permisos los inversioni­stas vendrán con mucho interés. “Hay casi dos millones de metros cuadrados en construcci­ón y 23 millones de metros cuadrados de inventario; si está en construcci­ón cerca de 10% de ese inventario, no es poco”.

Cuestión de tiempo

Los desarrolla­dores están a la expectativ­a de la mejora en el panorama. Arakanji cuenta que en Thor Urbana han seguido adelante con sus planes, observando de cerca lo que sucede en términos económi

cos y políticos “para buscar dar el confort a nuestros inversioni­stas y, como empresa, seguimos comprometi­dos con el país”.

Agrega que la decisión del Banco de México de reducir la tasa de interés es una buena señal desde el punto de vista de inversión, ya que, al disminuir, lo natural es generar un aumento de ésta, “aunque hay que estar muy pendientes de obtener el efecto deseado, porque cuando bajan las tasas y no generas confianza, la inversión no llega”.

Además, el ejecutivo insiste en que debe existir la confianza en el sector así como por parte de los empresario­s, “y ahí estamos todavía en working progress porque se están haciendo reuniones importante­s a nivel Ciudad de México y de gobierno federal”.

Por su parte, el ejecutivo de CBRE sugiere a los inversioni­stas interesado­s en centros comerciale­s que volteen a ver los desarrollo­s que ya están construido­s para no correr riesgos.

Usos mixtos siguen in

En cuanto a los formatos, menciona que el foco está en los street centers o usos mixtos, principalm­ente, por el tema del costo de la tierra, uno de los mayores retos de los desarrolla­dores en zonas urbanas. Aprovechar la densidad de construcci­ón permite enfocar la inversión en la oferta de servicios, como bancos, gimnasios, tintorería­s, salud y cuidado personal, lo que se suma a un componente de oficinas, hotel o vivienda, para hacer viable el pago del terreno.

Arakanji, de Thor Urbana, reconoce que es necesario tener más coordinaci­ón y comunicaci­ón entre desarrolla­dores para sumar valor a las ciudades y no generar sobreofert­a.

Los entrevista­dos coinciden en que es cuestión de tiempo que se liberen los permisos en la Ciudad de México. De cara al próximo año, consideran que habrá una disminució­n en el número de centros comerciale­s por abrir, así como la cantidad de los que inicien obra. Además, ven necesario no sobredimen­sionar los proyectos.

Luis Llaca recomienda construir por fases para que, una vez consolidad­a la primera parte, avancen con la construcci­ón de la

“Vemos la definición de los centros comerciale­s muy alineada a un espacio de convivenci­a, comunidad y de carácter social, con oferta de entretenim­iento complement­ado con experienci­as y novedad comercial”. — Jimmy Arakanji

siguiente; si hay muchos metros rentables, se corre el riesgo de desocupaci­ón.

Para Juan Ignacio Rodríguez Barrera, director general de Mac Arquitecto­s Consultore­s, el sector inmobiliar­io tarda tiempo en reaccionar a un ciclo, porque, en muchos casos, hay proyectos que estaban en construcci­ón desde hace uno o dos años, entonces es complicado decir ahora si ha habido cambios respecto de años anteriores.

Además, precisa que hay preconstru­cción y operación de 43 proyectos de centros comerciale­s en la Ciudad de México, y siete en construcci­ón, que deberían abrir este año: Mítikah, Gran Terraza Coapa, Puerta Aragón, de Grupo DLG, Fase II Plaza Tenaria, Espacio Condesa y dos desarrollo­s más.

Oferta verde

Con todo, el sector sigue ofreciendo oportunida­des con potencial de crecimient­o, hablando de proyectos adaptados a las nuevas tendencias y necesidade­s de la sociedad y los consumidor­es.

Rodríguez apunta que no ha visto una disminució­n en el interés de los locatarios por abrir tiendas; sin embargo, se están volviendo más selectivos y estrictos para definir en dónde participar­án. Muchas veces esperan a que el centro comercial ya esté abierto o próximo a inaugurar para tomar la decisión en función de quién estará allí o el tráfico de los visitantes.

Los segmentos que siguen creciendo son de restaurant­es –comida rápida, fast casual y casual dining–; no sólo hay marcas que llegan, también hay quienes buscan con quién asociarse desde México para traer nuevos conceptos de alimentos y bebidas.

En el extremo, hay marcas de bajo costo –como Miniso y Mumuso– y ya vienen otros conceptos similares, además de marcas de lujo que no tienen presencia en el país. “En cuanto a las marcas de moda, prácticame­nte, ya están todas presentes”, explica Jorge Lizan.

Raúl Méndez Rincón, socio director de Ares Arquitecto­s, observa que los conceptos de entretenim­iento han tenido una expansión interesant­e, porque se refuerza la idea de cómo pasar el tiempo en un centro comercial, sin necesidad de salir con una bolsa de compras.

“Antes, en algunos malls veíamos que las áreas comunes eran los pasillos con locales a los lados, ahora, han sido ampliados para mostrar el entretenim­iento y tener áreas de esparcimie­nto más cercanas a la gente”, dice.

En proyectos como La Perla, en Jalisco, el mismo Liverpool tiene espacios abiertos que tendrá lagos al interior, y eso está cambiando en función de cómo visita la gente los centros comerciale­s. “La luz natural y la vegetación son muy importante­s”, enfatiza Méndez.

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 ??  ?? PRECIOS. La renta por m2 en un centro comercial tipo mixed-use va de 450 a 600 pesos.
PRECIOS. La renta por m2 en un centro comercial tipo mixed-use va de 450 a 600 pesos.
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