Sin estrategia
El Plan Nacional de Infraestructura, con 1,600 obras y 258,000 mdp, llega en medio de la peor crisis de la industria; y es consecuencia de la falta de planeación con visión de largo de plazo en el país.
El Plan de Infraestructura llega para atender la urgencia económica en el país.
Una vez más la falta de planeación de largo plazo en materia de infraestructura tiene al sector de la construcción a nivel nacional contra la lona y, por ende, impacta el desempeño de la economía nacional.
“El país requiere un instituto de planeación en infraestructura, que sea autónomo y que pueda financiarse con una retención de cinco al millar (a los constructores ya contratados) para que sea viable. No podemos estar inventando al país cada seis años ni cada tres años”, opina Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
La industria ya se encuentra en recesión al sumar dos trimestres con desempeño negativo, y arrastra a la economía nacional, ya que impacta a 170 de las 260 actividades productivas.
De acuerdo con los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en agosto de 2019, el sector en general se desplomó 10.2%, su mayor caída en los últimos 12 años. En particular, los trabajos especializados para la construcción cayeron 13.7% con respecto a septiembre de 2018, la edificación lo hizo 8.2% y la construcción de obras de ingeniería civil, 4.3%.
Según Ramírez Leal, este escenario pone en peligro de extinción a una de cinco mipymes de la construcción este año. El Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue), del INEGI, muestra que, entre 2018 y 2019, desaparecieron 1,653 constructoras.
Entre las causas de este pobre desempeño están la falta de inversión pública y la incertidumbre macroeconómica.
Cifras del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco) muestran que, de enero a agosto de 2019, la obra pública cayó 18.7% respecto del mismo periodo de 2018.
Aún más, de enero a septiembre, el ejercicio por parte de las dependencias de los recursos aprobados en el Presupuesto de Egresos para este año era, en promedio, de apenas 30%. Así lo informó Ramírez Leal, de la CMIC, en una reunión entre los líderes empresariales y los diputados de las comisiones de Infraestructura y Presupuesto y Cuenta Pública, previo a la aprobación del presupuesto para 2020.
Una vez más, para revertir la tendencia, el gobierno ha anticipado un paquete de 571 licitaciones de obra pública, originalmente programadas para el año que entra.
Sobre la efectividad de la medida, el dirigente de la CMIC espera que se repita el éxito de esta medida en diciembre de 2018.
La mayoría de estas licitaciones son para conservaciones carreteras de rutina, a las que pueden acceder muchas pequeñas y medianas constructoras. Al cierre de edición, de acuerdo con Ramírez Leal, ya se encontraban en Compranet las primeras licitaciones, cuyos trabajos empezarán en enero de 2020.
Inversión a la baja
De enero a agosto de 2019, la contratación de obra pública ascendió a 125,803 millones de pesos, esto es 18.7% menos respecto del mismo periodo de 2018.
A la par de este paquete anticipado, el gobierno federal también presentó, a finales de noviembre pasado, el Plan Nacional de Infraestructura (PNI), por 258,000 millones de pesos, de los que 62% será aportado por la iniciativa privada. En el paquete de 1,600 proyectos destacan obras aeroportuarias, de generación de energía eléctrica y refinerías.
Por ejemplo, para la refinería de Tula, en Hidalgo, se prevé la construcción de una planta coquizadora, con una inversión de 40,000 mdp; y 17,000 mdp más para la refinería de Cadereyta, en Nuevo León.
En materia energética, habrá proyectos de generación eléctrica en Guanajuato, Durango, Aguascalientes y Jalisco por 29,000 mdp. La central de Celaya, que es operada por una empresa privada, ocupará 62% de este presupuesto.
En aeropuertos, algunas de las obras contempladas son las calles de rodaje de las instalaciones de Cancún (7,451 mdp), Mérida (2,400 mdp) y, con presupuestos menores al millón de pesos, las terminales aéreas de Oaxaca, Villahermosa, Veracruz, Huatulco, Cozumel y Chihuahua.
Además, se prevé la modernización del aeropuerto de Guadalajara, con 10,500 mdp, y los de Monterrey, Guanajuato, Aguascalientes, Torreón, Manzanillo, Tampico y Tapachula.
En materia carretera, para la capital del país, el PNI considera la instalación de una segunda caseta de peaje en la carretera México-pachuca, con 4,400 mdp. Para el resto del país, destacan la autopista La Piedad-la Barca, en Michoacán, con 2,200 mdp, y la modernización de la carretera Cancún-tulum, en Quintana Roo, con 3,500 mdp.
Este paquete de obras, también es adicional a los proyectos prioritarios delineados por el gobierno federal, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el corredor interoceánico del istmo de Tehuantepec y el aeropuerto internacional Felipe Ángeles, en Santa Lucía, que, en su conjunto, tendrán 52,367 mdp en 2020.
Si bien el futuro luce prometedor, para 2020 una adecuada planeación de los requerimientos de infraestructura del país hubiera evitado la crisis de este año.
1,600 proyectos integran el Plan Nacional de Infraestructura a 2024. 158 mdp en las primeras 15 obras del Plan Nacional de infraestructura. 571 licitaciones de obra pública del paquete 2020 se adelantarán en noviembre y diciembre de 2019.