Roberto Hernández
Buenas noticias para el combate a la corrupción: América Latina se compromete a su erradicación.
Me es muy grato escribirles este mensaje de fin de año que, desde que comencé esta colaboración en 2006, aproximadamente, he tratado de presentar con profundo anhelo y deseo que se concrete.
Este 2019 he visto cosas que nunca esperé. Pienso que vienen tiempos sumamente interesantes que cambiarán el curso de la historia, no sólo en México, sino en América Latina.
La 4T en México; la victoria del peronismo en Argentina; la caída del presidente Evo Morales, en Bolivia; el sorpresivo estallido social, en Chile; la victoria inesperada del presidente brasileño; las nuevas posturas de Estados Unidos en el contexto internacional... Todos estos acontecimientos nos perfilan a un nuevo momento de la historia regional ( y, seguramente, internacional). ¿Un nuevo fin de la historia?
En gran medida, lo sucedido deviene de la insatisfacción popular en la región, y la necesidad de establecer medidas contra el abuso y la corrupción que ha caracterizado al continente.
Pero hay una excelente noticia. En octubre de este año, la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC) se reunió en Santiago de Chile (días antes del estallido social), para discutir los temas propios del sector.
La organización, comandada por el ingeniero y empresario chileno Sergio Torretti, teniendo como secretario al ingeniero mexicano Gustavo Arballo, presentaron la Declaración de Santiago.
Este escrito es una manifestación conjunta de los miembros de la FIIC, que, en forma contundente, rechaza la corrupción de la industria de la construcción a nivel regional, y establece compromisos para que las diversas cámaras de los países latinoamericanos tomen medidas concretas y decididas contra este mal.
El documento tiene dos elementos que lo distinguen de ser uno de tantos. El primero, trata de la colaboración del sector con los gobiernos para lograr transparencia, Estado de derecho y medidas específicas para establecer formas de actuación que mitiguen los vicios existentes: 1. Código de ética, 2. Código de buenas prácticas, 3. Canal de denuncias, 4. Manual de seguridad y 5. Tribunal de honor para sus trabajadores, entendiendo que los particulares son la mitad del problema de la corrupción. Pueden visitar la página de la FIIC y leer, con detenimiento, este excelente logro.
La segunda, es que éste es el primer esfuerzo en la región que concluye con un documento de toda una industria para poner un alto decidido contra este grave mal.
Desde aquí extiendo mis sinceras felicidades a la FIIC por este esfuerzo, que es el ejemplo de muchos que tienen que venir en las diferentes industrias de la región. Debemos comenzar con pasos sencillos pero decididos para abatir, en la mayor medida posible, este problema.
Les deseo que 2020 les traiga bendiciones personales, laborales y profesionales, junto con la esperanza de que todos los cambios nos lleven a mejores tiempos para nuestros pueblos, que bien lo merecen.
Debemos comenzar con pasos sencillos pero decididos para abatir, en la mayor medida posible, este problema”.